Si hay un Departamento que necesita urgentemente por lo menos un senador, por las múltiples injusticias que el centralismo viene cometiendo con él, o por las expropiaciones de nuestras regalías generadas por las Explotaciones de Nuestros recursos naturales, es el Departamento de la Guajira, para que ese legislador propenda saldar ese pasivo histórico que la Nación tiene con Nosotros, y para obtener esa credencial tenemos que concientizarnos de no votar por los candidatos foráneos por los que siempre votamos, ya sea por convencimientos o por Negocio, y vencer también el abstencionismo y cumplir con nuestro deber ciudadano, los que no votan, pero paradójicamente, la población votante pareciera que no entendiera, al contrario, creo que disfruta de la orfandad de la credencial legislativa que padecemos desde el Año 2.014.
En las pasadas elecciones a congreso realizadas el 12 de marzo de 2.018, se colocaron en la guajira 285.685 votos válidos, cantidad suficiente para sacar mínimo holgadamente dos senadores nuestros, cosa que no fue así, porque alrededor del 60% de esa votación, se evaporaron para candidatos foráneos, que en épocas de Elecciones dicen ser Guajiros por Adopción, de Corazón y de Sentimientos.
Pero que luego de conseguida dicha credencial y situados en el congreso, recuperan la memoria y se acuerdan que sus corazones y sentimientos no son Guajiros y que tampoco han sido, ni han querido ser adoptados hijos de la Guajira. Y volvemos a lo mismo, votos suficientes para tener credencial de senador, pero no tenemos senador.
Y como cada causa trae sus consecuencias, en La Guajira sí que tenemos experiencia de vivirlas, Hoy nadie recuerda esos 93 millones de metros cúbicos de aguas, perdiéndose en la represa del Rio Ranchería, en unas tierras desérticas donde el Agua vale oro, Nadie se acuerda de tocar la terminación de la etapa final de dicha repesa.
Igualmente, en la zona norte ha padecido la eliminación de la zona especial aduanera efectiva, no de título como posa hoy en día, donde a Manaure, Uribia y Maicao los expropian dizque por ilegalidad de una actividad comercial realizada ancestralmente, desde que esta zona no era conocida por Colombia, Aunque perteneciera a ella, y hoy, no existe contrapropuesta del estado que subsane el vacío laboral dejado con la eliminación de dicha zona comercial, que incentive y permita a la población nativa y residente en esa zona desértica, ganarse el sustento para él y su familia en una actividad de manera legal, y por esta situación vemos a diario dramas macabros únicos de nuestro departamento, como desnutrición en general, incremento de fallecimiento de niños por desnutrición, e inseguridad social desbordante, Etc.
Todos estos males de tipo político se tienen que erradicar del departamento de La Guajira, comenzando por la obtención de por lo menos un senador, nacido y criado en la Guajira, por falta de propuesta no va a ser, tenemos en la palestra política diez candidatos que cumplen esas características, encabezados por preferencia de votos, por Alfredo Deluque Zuleta, que merecen una oportunidad de tener la representación política de la Guajira en la cámara alta. Para que allí podamos tener voz y voto que defiendan nuestros intereses.
Ojalá tengamos conciencia de esta situación que siempre no las recuerdan y nos las inculcan las capacitaciones políticas, escritas o verbales.
Así como también no las recuerdan las consecuencias nefastas que hemos padecido, y si lo informado al respecto, más lo vivido, no nos concientiza de disciplinarnos políticamente de votar por los candidatos nuestros al senado, entonces yo invocaré los milagros divinos de Nuestra Virgen de los Remedios, implorando siempre, ay, Vieja Mello, concientízanos.