El Carnaval de Riohacha, como en otras ciudades de la región Caribe, se lleva a cabo cada año durante los cuatro días anteriores al Miércoles de Ceniza, generalmente en el mes de febrero y en algunas ocasiones a principios de marzo.
En análisis recientes, el Centro de Pensamiento Regional Guajira 360°, ha estudiado la posibilidad de efectos de las carnestolendas en las variaciones mensuales de la fertilidad en La Guajira para refrendar el mito de los hijos del carnaval. La creencia popular declara que a lo largo de los meses de octubre y noviembre nacen los niños concebidos durante el precarnaval y el carnaval.
Lo cierto es que, de acuerdo a la información de partos y nacimientos suministrada por el Dane, entre los años 2015 y 2018, nueve meses después de la fiesta, entre octubre y noviembre, nacen cerca del 20% de los niños de La Guajira. En otros meses del año como febrero o marzo sólo nacen aproximadamente el 7%.
En la región Caribe para esta misma época del año los nacidos comprenden el 18%, y en Colombia el 17%.
En el análisis realizado por Guajira 360° se tuvieron en cuenta 84.623 nacimientos entre los años 2014 y 2018, de los que se encuentra que 16.348, alrededor del 20%, ocurren nueve meses después de los carnavales.
El economista Carlos Hoyos señala que, con excepción de los nacimientos que se dan en septiembre, y que son producto de la época navideña, en octubre y noviembre los partos aumentan en 19% con respecto a los demás meses del año.
Otro dato curioso arrojado por el investigador es que mientras los nacimientos únicos han aumentado en 19% para estos meses, los nacimientos de mellizos crecieron cerca de un 12%, y los de trillizos en más del doble (130%). Incluso, se tienen registros de 5 partos cuádruples o de más nacidos, y 3 de estos se dieron en el mes de noviembre.
¿Quiénes son las felices mamás?
La investigación muestra que entre octubre y noviembre, con respecto a los demás meses del año, los nacimientos en madres primerizas se incrementaron en 21%, y en madres con hijos un 18%. De manera interesante, para las madres solteras los partos crecieron un 25%, a diferencia de las casadas, en donde solo lo hacen un 15%.
Los registros por clasificación etaria indican, de manera sorpresiva, que el mayor aumento en partos se da en madres entre los 45 y 49 años, en aproximadamente 37%. Rango de edad asociado a una mayor probabilidad de complicaciones en la salud de la madre y el nacido. Por otra parte, de manera desafortunada en niñas de 10 a 15 años los partos crecen en más del 25%.
Otro hallazgo desfavorable enseña que de acuerdo al alcance educativo, la mayor expansión de nacimientos se da en madres sin ningún nivel de formación (26%); en madres que solo alcanzaron el colegio la cifra fue del 14%, y para madres profesionales fue del 17%.
En las cabeceras municipales estos nacimientos se ampliaron un 18% y en las zonas rurales un 25%. Además, la investigación revela que mientras las madres que no se reconocen en ninguna etnia solo vieron crecer sus alumbramientos en 16%, en las madres indígenas los nacidos aumentaron en 26%.
Atención a los partos
Una de las manifestaciones más críticas de este fenómeno se encuentra en la atención por servicios de salud. Un dato aportado por el Centro de Pensamiento señala que para estas fechas los nacimientos por cesárea crecen en 14% promedio.
Asimismo, se conoce que con respecto al tipo de cobertura por servicios de salud, los nacimientos de madres afiliadas a régimen contributivo varían en 9%, para aquellas adscritas al régimen subsidiado la cifra es del 19%. Aun peor, para las madres sin ningún tipo de cobertura de servicios de salud el aumento en partos es de casi el 50%. De las madres que se encuentran sin cobertura, 4 de cada 10 habita en las zonas rurales, 1 de cada 5 es analfabeta y 1 de cada 4 está soltera.
De todas maneras no se encuentra evidencia que muestre que para estos meses las defunciones fetales se vean aumentadas.
Con prioridad
La investigación efectuada por Guajira 360° aporta evidencia sobre un fenómeno de sanidad demográfica a nivel departamental poco reconocido. En el marco de la formulación de política pública orientada a promover la calidad de vida de los habitantes de La Guajira, la prevención de eventos desafortunados en su salud, y la prestación de servicios de atención pertinentes y de calidad, es imprescindible contribuir con mecanismos que regulen fenómenos de este tipo de manera focalizada.
La expansión en las concepciones de madres nueve meses después de las carnestolendas es una manifestación de la ausencia de estrategias de promoción social y de cuidado a la salud por parte de las entidades que patrocinan y vigilan la celebración en los festejantes. El deterioro en este tipo de indicadores puede redundar en una mayor incidencia de la pobreza monetaria y multidimensional, así como fortalecer las brechas de acceso a roles productivos en la sociedad.
Con el propósito de mitigar los desfavorecedores efectos socioeconómicos, emocionales y sanitarios, los embarazos no deseados, abortos no regulados, y complicaciones en partos de alto riesgo para madres y padres, se pueden tener en cuenta algunos puntos:
- Facilitar el acceso a servicios de asesoría y cuidado prenatal, natal y postnatal en la mayor proporción de establecimientos de salud del Departamento.
- Vigilancia y promoción de hábitos de cuidado reproductivo en las poblaciones de mayor incidencia de este fenómeno. Esto a través de mecanismos de monitoreo ciudadano asistido por expertos en salud reproductiva.
- Difusión de la cultura del cuidado y la preservación de la fertilidad en jóvenes antes, durante y después de las festividades.