Jesús de Nazaret: “no den lo santo a los perros”

Haciendo paréntesis teológico y descontando la divinidad de Jesucristo, es imprescindible que lo comprendamos en su dimensión humana, tal y como la asumió libre y voluntariamente. Jesús, nos enseña la doctrina cristiana, nació humanamente, creció humanamente y en todo actuó humanamente, hasta la cruda realidad de la muerte corporal.

Dentro de este parámetro, Jesús, como cualquiera, tuvo su período oficial de aprendiz. Desde su nacimiento, como un bebé más, aprendió de sus padres José y María, la lengua, los gestos, las costumbres hogareñas, familiares, sociales. Aprendió a ser creyente y a participar en las ceremonias judías. Aprendió a comer, a vestirse. Aprendió la actividad laboral de su padre. Aprendió a estar solo y en compañía. Aprendió a solucionar los pequeños conflictos que se le pudieron presentar. Aprendió los aportes académicos de su tiempo. Con toda seguridad fue a la escuela de su pueblo. Israel fue un pueblo culto, eso lo deducimos de su historia, de sus profetas, de los libros bíblicos, por tanto, la mayoría de niños pasaban por las primigenias aulas de sus poblados.F

Jesús, fue un muchacho y un hombre aplicado, muy observador, analítico, de buena memoria, que aprovechó las enseñanzas de sus maestros, tanto que cuando cumplió los doce años, fue con sus padres para las tradicionales fiestas en Jerusalén, alrededor del templo y se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. Allí por espacio de tres días gustó de participar en la escuela de los rabinos. Escuchaba, preguntaba. Los maestros del momento quedaron admirados de la sagacidad de este pequeño adolescente.F

Después de este incidente de personalidad adolescente, desconocemos los pormenores de su desarrollo, solo hasta cuando decidió iniciar la misión que su Padre, Dios, le había encomendado de anunciar la buena nueva. Llama la atención que cuando inició su predicación, la desplegó total y abiertamente, sin complejos. Esta naturalidad nos hace constatar la buena y excelente preparación y capacitación que tuvo para equipararse a los maestros de su tiempo. Aquellos que lo escucharon quedaban atrapados en la fácil elocuencia de su boca. Su predicación fue directa, desnuda, sin tapujos, llamando a cada cosa por su nombre. Los oyentes al gustar sus enseñanzas quedaban con las ganas de volver a escucharlo, de esta forma su fama cundió enseguida por la geografía de su patria. La gente comentaba: “nadie ha hablado tan bien como este hombre”, y respetuosamente lo saludaban “maestro” que enseña con la verdad y con un método totalmente distinto al de los escribas, saduceos; admirados proclamaban “este habla con autoridad” y que cautivaba de inmediato mentes y corazones.

Releyendo y repasando sus numerosos discursos Jesús utilizó la mayoría de figuras y géneros literarios. El más utilizado fue el de las parábolas, género de imágenes brillantes con enseñanzas prácticas y dicientes y que las masas aprendían y repetían. Otro género fue el ecológico, acudiendo a la generosa naturaleza, utilizándola como instrumento de enseñanza. Otro género el del discurso doctrinal con el que daba solidez a sus enseñanzas y con el que se enfrentó agriamente a sus opositores, que quedaban boquiabiertos y les obligaba a preguntarse “y a éste de dónde le sale esa sabiduría”. Otro género no menos usado y empleado con características de advertencia fue el apocalíptico, allí deja de ser maestro para exponerse como juez, abogado, sacando a relucir las leyes y normas de vida y frente a las cuales el ser humano es justo o corrupto. Otro género es el directo que utiliza sin contemplaciones y con el que sus adversarios se sienten molestamente aludidos, descubiertos, desenmascarados. Otro es el familiar cargado de afectividad, intimidad, cercanía. Aún tenemos otro el de la ironía, es un lenguaje que no todos pueden emplear, se necesita agudeza, conocimiento del momento, y sagacidad para abofetear literariamente a sus contrarios. Esas eran las que más les dolían, pues eran tan finas y tan claras que todos las entendían. La masa de oyentes se complacía al ver abochornados a sus jefes y los jefes quedaban al desnudo, y sobre todo, sin poder defenderse. Frente a una ironía no hay nada que hacer, es como quien te arroja un vaso de agua y te quedas con la imposibilidad de recogerla. Voy a poner un sencillo ejemplo: Mateo 7,6 “no den lo santo a los perros ni tiren sus perlas delante de los cerdos para que nunca las huellen bajo los pies, y, volviéndose, los despedacen a ustedes”. Seguramente es una de las ofensas más graves, junto con aquella otra en que los llama sepulcros blanqueados. Las dos palabras “perro y cerdos”, van directamente dirigidas a los dirigentes judíos. Esas palabras eran utilizadas por los militares romanos.

mgid.com, 541193, DIRECT, d4c29acad76ce94f improvedigital.com, 1944, RESELLER inmobi.com, c2391dc8a51e420480044992fe6dc4d7, RESELLER, 83e75a7ae333ca9d pubmatic.com, 159035, RESELLER, 5d62403b186f2ace appnexus.com, 4052, RESELLER contextweb.com, 561998, RESELLER, 89ff185a4c4e857c yahoo.com, 55771, RESELLER, e1a5b5b6e3255540 ogury.com, e91052177a44df900ef9977b4b8314fe, RESELLER rubiconproject.com, 9655, RESELLER, 0bfd66d529a55807 pubmatic.com, 161673, RESELLER, 5d62403b186f2ace sovrn.com, 349013, DIRECT, fafdf38b16bf6b2b lijit.com, 349013, DIRECT, fafdf38b16bf6b2b lijit.com, 349013-eb, DIRECT, fafdf38b16bf6b2b