El pasado 2 de junio, en el debate feminista, las mujeres de Colombia demostraron que el camino es trabajar unidas para hacerse inquebrantables.
El encuentro se logró gracias al gran tejido de Sororidad Política,que por meses lideraron y apoyaron 36 organizaciones e iniciativas feministas, Lgbtqi y medios de comunicación independientes.
Pese a que se extendió la invitación a los dos candidatos de la contienda, solo participó Gustavo Petro, quien se encontró con grupos feministas que solicitaron hablar con los aspirantes a la Casa de Nariño sobre las propuestas en su agenda de gobierno especialmente relacionadas con las mujeres y temas de género.
El debate dio pie para abordar diversos temas, entre los que se destacó lo relacionado con la despenalización del aborto, las violencias basadas en género, la violencia contra la población Lgbtiq+, el sistema nacional de cuidado y el enfoque diferencial de género en asuntos como la implementación de los acuerdos de paz y los migrantes.
Petro afirmó que para los casos de interrupción voluntaria de embarazo, su gobierno mantendrá disponible la red pública hospitalaria “y habrá un decreto para que la ley privada lo haga”.
Así mismo, reflexionó: “el sistema educativo, los canales públicos, la publicidad de contratación del Estado en los medios de comunicación masivos deben ser una pedagogía que enseñe a la sociedad que cuando una mujer toma esa decisión libre, no es criminal”.
De igual manera, aseguró que hay que redactar “de otra manera” el Código Penal, cuyos delitos, castigos y la gradualidad de los mismos “ha sido redactado por hombres” desde una concepción del “hombre rico”.
“Son las violencias, los delitos contra población discriminada en general, contra la niñez, la mujer lo que se tiene que volver la cúspide, la prioridad del Código Penal”, señaló Petro cuando se le cuestionó por la penalización de las violencias basadas en género, los feminicidios y los transfeminicidios.