El Gobierno de Ecuador anunció que reanudará el proceso de diálogo con el movimiento indígena para intentar dar soluciones a sus demandas económicas y poner fin a las protestas sociales, tras aceptar la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Las protestas contra el gobierno de Guillermo Lasso comenzaron el 13 de junio y han dejado al menos 4 muertos en medio de violentos choques entre policía y manifestantes.
Así lo precisó el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, en una rueda de prensa en la que explicó que el Ejecutivo se someterá a la metodología, lugares y tiempos que proponga la Iglesia Católica en el proceso de diálogo.
«Hemos decidido aceptar el proceso de mediación que ahora va a impulsar la Conferencia Episcopal», como lo han sugerido las organizaciones del movimiento indígena, agregó Jiménez.
Con esa decisión, el Gobierno reculó en su decisión anunciada este martes por el propio presidente Guillermo Lasso, de romper el diálogo ante un incidente violento registrado en la provincia amazónica de Sucumbíos, por el ataque de manifestantes a una caravana para el transporte de combustibles custodiada por militares y policías.
Según las autoridades, en el ataque murió un soldado, lo que derivó en la decisión de acabar con el primer proceso de diálogo que arrancó el lunes bajo la iniciativa del presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Virgilio Saquicela, y de la Iglesia Católica.
Jiménez precisó que las condiciones han cambiado, luego de que el presidente Lasso lograra salvar la noche de este martes una moción de destitución por parte de grupos de oposición, que el Ejecutivo había denunciado como un intento de desestabilización de la democracia.
El fracaso de esa «intentona golpista» ha consolidado al Gobierno del presidente Lasso, que ahora se esforzará por alcanzar la paz en el país, añadió el ministro.
El proceso de mediación de la Iglesia inició a petición de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), la Federación de Organizaciones Indígenas, Campesinas y Negras (Fenocin) y de Indígenas Evangélicos (Feine), refirió Jiménez.