La concejala de Riohacha, Cinthya Ardila, se fue lanza en ristre contra los periodistas, en la sesión de la mañana de ayer, acusándolos de chantajistas para sumar rating, además mostró su molestia por una serie de comentarios que tienen que ver con la labor que realizan al interior de la corporación.
Expresa la concejala que los periodistas ponen su vida en riesgo, en la medida que se les cuestiona sobre sus recursos económicos.
Además, pone en duda el trabajo de los comunicadores aduciendo el poco servicio que brindan a la sociedad.
En razón de ello, desde este medio de información rechazamos las apreciaciones de la concejala Cinthya Ardila, porque asume una posición de juez con acusaciones delicadas sobre el trabajo de los periodistas, que también aportan al desarrollo social y económico de la capital de La Guajira.
Le exigimos que diga con nombre propio quién o quiénes son los periodistas que chantajean para sumar rating, porque se trata de una acusación seria y delicada
Es bueno recordarle a la concejala, que gracias a las denuncias de los periodistas de esta ciudad, de este departamento, varios son los casos de corrupción que se investigan, así muchos no lo crean, y un ejemplo tiene que ver con la muerte de los niños por desnutrición las primeras denuncias fueron de los medios locales, o la masacre de Bahía Portete, o las incursiones de grupos guerrilleros y paramilitares.
Para su conocimiento, el acceso a la información pública es un derecho fundamental de la ciudadanía y vital para el ejercicio de la prensa, entonces no está mal saber cómo se invierten los recursos del municipio o cómo los concejales aumentan sus ingresos, porque son considerados servidores públicos.
Cada periodista tiene un estilo y eso merece todo el respeto, siempre y cuando no falte a la verdad ni irrespete a su interlocutor.
Y si le servimos más a la comunidad de eso estamos seguros, porque para nuestra fortuna aun gozamos del respeto de los ciudadanos que encuentran en los medios de comunicación y los periodistas la forma de dar a conocer sus inquietudes y denuncias frente a una labor de la corporación que sigue en deuda con una comunidad que los eligió para exigir a la administración una mejor calidad de vida.