Momentos de susto vivió ayer el párroco de la iglesia San Juan Bautista de San Juan del Cesar, padre Enrique Carlos Sandoval Piñeres, cuando en la vía a Los Pondores por la que se desplazaba a bordo de su bicicleta, fue interceptado por un delincuente que portaba un arma blanca.
Según el relato del sacerdote, se encontraba con otras personas realizando un acostumbrado recorrido en cicla por la zona rural, cuando al regreso después de las 4:20 p.m a la altura de El Tablazo, a uno de los acompañantes se le pinchó una llanta, lo que hizo que el retorno se retrasara por casi dos horas.
Cuenta el padre Sandoval Piñeres que luego de superado el percance, decidió pedalear más rápido para llegar pronto a San Juan del Cesar, lo que hizo que se separara del grupo.
“Faltaban dos kilómetros para llegar a San Juan, como yo iba adelante cada rato miraba hacia atrás para estar pendiente del grupo, pero de repente alcancé a ver a unos cuantos metros que salió a la vía un tipo que estaba escondido detrás de un matorral y que tenía un machete en la mano. Gracias a la pericia que ya tengo manejando bicicleta alcancé a desviarme al otro carril, pero el tipo me persiguió y me tiró un planazo. El golpe logró desestabilizarme pero yo seguí pedaleando más rápido y lo dejé atrás; más adelante unos muchachos que venían en una camioneta se dieron cuenta y me trajeron a San Juan”, narró el párroco.
Califica lo sucedido como un intento de atraco y de homicidio, pues el sujeto lo atacó con el arma, ocasionándole golpes en una de sus piernas. Al delincuente lo describe como un hombre moreno de 25 a 30 años de edad, de contextura gruesa.
De otra parte, sobre la situación de inseguridad que se vive en San Juan, algunos feligreses denunciaron que están hurtando en los alrededores de la parroquia. El robo más frecuente ocurrió esta semana cuando al término de una celebración eucarística, los asistentes salieron y encontraron un vehículo sin llantas ni otros elementos.
Sobre la queja anterior el padre Sandoval Piñeres dijo no tener conocimiento puesto que nadie se acercó a informarle. “Nosotros estamos celebrando las misas a puerta cerrada así que no nos percatamos de lo que sucede en la parte externa de la parroquia”, sostuvo.