Con la construcción de la nueva plaza de mercado, turística y cultural se da un paso importante en la recuperación del espacio público en la ciudad de Riohacha, uno de sus mayores problemas que no han logrado ser solucionados en el tiempo.
En la obra, que podría inaugurarse en diciembre del 2023, se invierten $6.208.350.953 y en la misma se estarían reubicando a 125 vendedores ambulantes, dándose prioridad a la población vulnerable, indígena, victima del conflicto armado y afrodescendientes.
Como dato importante, se estaría recuperando un área promedio de 13.250 metros cuadrados ocupados actualmente por cada vendedor informal censado.
Además de la recuperación del espacio público en un sector importante de la ciudad, se estará brindando una infraestructura digna a ese grupo de personas que se ganan la vida de manera honesta. Es el camino para ir ordenando la ciudad, pero también para ejercer autoridad en el sentido de evitar que se ocupen otros espacios públicos, además de mejorar las condiciones de higiene y formalidad en el comercio de alimentos.
Se requiere también una mayor vigilancia de parte de la comunidad para que los recursos se inviertan adecuadamente donde se garantice la calidad de los materiales, la contratación de personal idóneo, pues se trata de una infraestructura donde se ubicarán 38 locales de carne, mariscos y queso, 20 locales de verduras, 14 locales de jugos, 7 locales de comidas, zona administrativa, baterías sanitarias, cuarto eléctrico, cuarto de máquinas, tanques subterráneos, zonas verdes, jardineras, andenes y zonas de acceso, iluminación perimetral.
La iniciativa tiene en cuenta los principios del programa de ciudades sostenibles, 2.035 de Findeter, que en el caso del Distrito se plantea que a partir del ordenamiento territorial se busca definir las condiciones propicias para el desarrollo de actividades integradas al entorno regional, nacional e internacional, minimizando los impactos sobre el ambiente y considerando determinantes para la adaptación y mitigación del cambio climático.
También se ha priorizado la conservación de las tradiciones ancestrales (indígenas y afro), a través de la promoción de las manifestaciones artísticas y culturales, y formas de producción y generación de ingresos para un mejor desarrollo.