Los niveles de intolerancia de algunos usuarios frente a los operarios de la empresa Air-e, llegó a su punto máximo con la muerte de Rudy Narváez.
Narváez se desempeñaba como empleado de Inmel, contratista de Air-e, y su actividad central era hacer cortes, reparar instalaciones eléctricas y realizar reconexiones.
El pasado jueves 29 de diciembre, Rudy Narváez llegó con otros técnicos a la carrera 6C con la calle 19 barrio Simón Bolívar, en el suroriente de Barranquilla, donde debían suspender un servicio que presentaba mora.
De acuerdo con la compañía, Narváez, de manera involuntaria dejó sin energía a una casa cercana. En ese momento, un habitante del inmueble luego de reclamarle al operario, buscó un cuchillo y le propinó una herida en una de sus piernas.
De inmediato el lesionado fue trasladado a un hospital cercano donde permaneció más de 24 horas en estado crítico, debido a que tenía comprometida la vena femoral. Este sábado 31 de diciembre se produjo su deceso.
“Acompañamos a los familiares de Rudy y enviamos nuestro mensaje solidario también a sus amigos y compañeros de trabajo”, dijo Ramiro Castilla Andrade gerente de Air-e en el Atlántico, quien invita a la ciudadanía a las «vías de diálogo» para que no se repitan muertes como la de Rudy Narváez.
El agresor identificado como Jesser Josué Rodríguez Altamar, de 22 años, fue capturado por la Policía y presentado en la URI por el delito de tentativa de homicidio, sin embargo, ahora deberá responder por homicidio agravado.