En una amarga experiencia terminó para 61 antioqueños la excursión vacacional que el pasado 2 de enero emprendieron desde Medellín hacia Valledupar y La Guajira.
En dos buses, los turistas paisas partieron hacia la capital del Cesar donde al llegar conocieron algunos sitios turísticos de interés y pernoctaron para luego continuar el 4 de enero su itinerario hacia Riohacha.
El propósito era conocer una comunidad wayuú e interactuar con la cultura indígena en esta zona norte de Colombia.
Según lo relatado por uno de los turistas, llegaron sin novedad a la ranchería Okqushimana, ubicada en el kilómetro 12 de la vía que comunica a Valledupar con Riohacha.
“Nos encontrábamos repartiendo almuerzos cuando de un momento a otro vemos llegar tres motos. En dos motos iban dos encapuchados y en otra moto iban tres, un total de siete encapuchados, todos armados, uno con arma larga, los otros con armas cortas. Llegaron haciendo disparos”, relató una de las víctimas.

De acuerdo con el relato, aseguran que “los miembros de la comunidad wayuú tienen un vínculo familiar con algunos de los encapuchados, ya que llegaron diciendo: ‘tío te voy a matar’. Los señores y las señoras los reprendían en el idioma de ellos. Alcancé a escuchar que uno de los muchachos le respondió a una de las señoras: ‘mamá déjeme que yo sé lo que estoy haciendo’. Además, les pegaban con palos en medio de los disparos que hacían”.
Aseguraron que algunos de los excursionistas fueron maltratados, arrodillados y les apuntaron con las armas mientras se apoderaban de todas sus pertenencias de valor.
“Me pusieron un arma, me quitaron el celular y la cámara. Vi que a uno de los conductores lo trataron feísimo, lo arrastraron por el suelo y le quitaron el celular y la plata”, testificó uno de los afectados.
Según lo estimado por las víctimas, la cuantía del robo supera los 50 millones de pesos, entre celulares de media y alta gama, cámaras profesionales, tablets, relojes, dinero en efectivo y tarjetas bancarias.
“Una vez los atracadores se fueron con todas nuestras pertenencias, uno de nuestros compañeros se dirigió hacia la familia de uno de los atracadores para ver si había una solución o nos podían devolver los documentos y no les dieron respuesta”, manifestó uno de los testigos.
Narró que salieron de la ranchería escoltados por la Policía, quienes los condujeron para instaurar la respectiva denuncia por lo sucedido.
“Hacemos un llamado a las empresas dedicadas al turismo y a las personas, que de manera particular pretenden llegar hasta el norte de la península, para que soliciten acompañamiento de la Policía y así evitar este tipo de hechos delictivos”, recalcó uno de los afectados.