En el espléndido y agraciado municipio de San Juan del Cesar, La Guajira; la tierra más fecunda para el nacimiento de compositores de música vallenata, nació el 21 de enero de 1951, en la famosa Calle del Embudo, Altagracia Inés Carrillo Vega, sagaz y perspicaz mujer, en el hogar conformado por Víctor Guillermo Carrillo Pinto, reconocido maestro de obras de San Juan, y Ana Basilisa Vega Brito de Carrillo, quien era tía del gran cantante de música vallenata Silvio Brito, ‘La voz más clara del vallenato’.
Es la séptima dentro de sus hermanos, estos son: el talentoso compositor Isaac Enrique Carrillo, conocido popularmente como ‘Tijito’, Víctor Guillermo, José Vicente, Nicasia Elvira, Elicinda María y Calixto Alfredo Carrillo Vega, todos criados con rectitud y bajo los caminos y preceptos cristianos, con mucho temor de Dios, gente humilde, pero trabajadora incansable, razón esta que los llevó a superarse y a destacarse en varios ámbitos de la sociedad sanjuanera.
A la invitada de hoy todos la conocen como ‘Acha’ Carrillo, así le dicen familiares y amigos. Sus alumnos le llamaban “La seño ‘Acha’ Carrillo”.
La mayor parte de su infancia transcurrió en su tierra natal, jugando con muñecas de trapo, a las escondidas, a la peregrina, visitando y bañándose en el río Cesar, siempre acompañada de sus hermanos y amiguitas contemporáneas. Sus padres siempre les inculcaron el respeto a los mayores, por ello se acostumbró a acatar y a obedecer principios y valores, estos que poco se ven en los jóvenes de la actualidad.
Su primaria la cursó en La Escuela Urbana de Niñas (hoy María Auxiliadora), y sus estudios de secundaria en la Escuela Normal de Señoritas (alumna fundadora). En esta institución recibió el título de Maestra, denominación que la enaltece y llena de mucho orgullo. Para ella es un verdadero honor ser pedagoga de la Normal, logro este que le abrió caminos y le permitió convertirse en una de las educadoras más queridas del municipio de San Juan del Cesar.
Su juventud la recuerda con alegría. Su grupo de compañeras y ella eran supremamente responsables, ayudaban en los oficios, y quehaceres de la casa. Se inició como maestra en el corregimiento de La Peña, la tierra de la patilla, de la que guarda en lo más recóndito de su corazón los mejores y más lindos recuerdos.
Es Licenciada en Español y Literatura, gracias a un convenio de La Universidad del Magdalena con el Instituto de Formación Técnica y Profesional (Infotep), diploma este que obtuvo en el año 1998, pero su inquietud y persistencia no terminan allí, luego obtuvo el galardón en Especialista en Gerencia de Instituciones Educativas, con la Universidad del Tolima, Especialista en Pedagogía Ambiental con La Universidad de los Libertadores de Bogotá, además realizó varios diplomados, uno de ellos en Cuba.
La gran ‘Acha’ Carrillo es madre de tres preciosos hijos: Ricardo Luis, quien ostentaba los títulos de Instrumentador Quirúrgico y Auditor de Salud, desafortunadamente pereció en la época de la pandemia, víctima del Covid-19, Etel Margarita, es Nutricionista y Especialista en Epidemiología, y Carlos Mario Rodríguez Carillo: Contador y Administrador de Empresas, con mucho esfuerzo y dedicación sacó a sus hijos adelante, dice llena orgullo esta ejemplar mujer sanjuanera.
La destacada Altagracia Carrillo ha publicado dos libros: ‘Poesía para todas las edades’ y ‘Niños, niñas, a través de la poesía cuidemos el medioambiente’, escribió la Revista de los 50 años de la Escuela Normal, además de ser autora de varios himnos de instituciones educativas y diferentes entidades. El primer himno que compuso fue a su querida Normal, la música de dicho himno la aportó el profesor Raúl Mojica, en ese momento decano de la Facultad de Música de la Universidad Nacional, también director por mucho tiempo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, de él aprendió mucho ‘Acha’. Lo conoció a trevés de su gran amigo José Manuel Daza Noguera, ‘Yin Daza’. Todos los años se reencontraban en la biblioteca del Inolvidable ‘Yin’, discutían temas relacionados con la literatura y la música.
Se declara seguidora de la música cristiana, pero se entusiasma y emociona con las canciones compuestas por su hermano del alma, Isaac Carrillo ‘Tijito’, como ‘La guayabalera’, ‘Negrita linda’ y ‘La sal de fruta’, entre otros.
Anécdota
Nos cuenta ‘Acha’ que cuando trabajaba, los maestros debían vivir donde los nombraban. Sus hermanas residían fuera de San Juan y su madre estaba muy enferma, gracias a Dios nombraron de supervisor de Educación a Alfonso Guerra, quien era amigo entrañable de su hermano ‘Tijito’, y le concedió el permiso de viajar en el bus de la Normal que traía y llevaba estudiantes, de esta manera impuso la moda que todos los maestros viajaran todo el tiempo, junto a los estudiantes de secundaria, bonitos recuerdos de aquella época cuando mezclaba sus labores de profesora con la composición.
Le pregunté a mi invitada cuáles eran sus mejores amigos y respondió: “Tengo tantas amistades, que a todos los quiero y considero, no menciono nombres, pues la lista es muy larga y no quiero resentir a ninguno de ellos”.
Reconocimientos
La Asociación de Mujeres de la Guajira le concedió el Galardón al Mérito ‘Mujer Educadora’.
La Institución Educativa Normal Superior de San Juan del Cesar, La Guajira, le otorgó Mención de Honor, por su excelente labor académica, aportes literarios, sentido de pertenencia, y calidad humana; declarada ‘Maestra Insigne’.
La Universidad de La Guajira, extensión Fonseca, la exaltó como destacada poeta y escritora del departamento de La Guajira.
Su muy querida sobrina, Elena Nora Carrillo, de la siguiente manera nos habló de su tía: “Para mí, ‘Acha’ es una segunda madre, es ese pilar fundamental en nuestra familia paterna con la que siempre hemos contado y vamos a seguir contando de una manera incondicional. Con gran capacidad de liderazgo es el motor que siempre nos ha impulsado a cumplir metas, a salir adelante, en verdad, mi ejemplo a seguir, vivo orgullosa de ella”.
Agregó que “la describo como la tía universal, una mujer guerrera, pujante, luchadora, trabajadora, incansable, es la fuente a la que todos acudimos y siempre está, una persona resiliente, ante todo, creo que es la palabra que mejor la define. El primer adjetivo con el que la podría definir, es que es una mujer inteligente, fuerte, espiritual y físicamente, muy divertida y jocosa, otro que no le puede faltar es perseverante, lo es en demasía”.
Le solicité me contara una anécdota, y acotó: “Estábamos en el bautizo de uno de los niños de la familia, departíamos alegremente, entre los presentes se encontraba mi papá ‘Tijito’. El bautizo se realizó en el marco del Festival de Compositores de San Juan, había muchas parrandas y eventos por todas partes, precisamente llegaron unas personalidades buscando a mi padre, eran compositores, y algunos políticos, averiguaron el sitio donde estábamos, y de una vez lo llamaron y embarcaron en un carro -mi tía, cuando vio ese movimiento, como ella es inseparable con mi padre, yo les digo que mi papá es la cabeza y ella es la cola, han sido muy unidos siempre-, el conductor se encontró de repente con una señora apostada en el frente del vehículo y dice, “¿pero bueno, y esta señora quién es? vea doña, deme permiso”, y responde ‘Acha’, “no señor, a mí me abren la puerta, que yo también voy porque aquí el artista tiene su representante y esa soy yo, él sin mí no da un paso”.
Regional y autóctona crónica, enalteciendo la vida y obra de una profesora y poetisa sanjuanera, que bregó, e insistió por conquistar sus metas, le invirtió todas sus fuerzas, su constancia y con creces que las cumplió, como dirían en mi pueblo, de ese material ya casi no viene, para escalar se requiere de sacrificios y empeños, ‘Acha’, así lo entendió y lo puso en práctica, en definitiva, es un ejemplo para la nueva generación, Dios grande y poderoso la bendiga siempre, y ojalá nos las preste por muchos años más, fue una verdadera delicia charlar con usted, un cálido abrazo de fraternidad y afecto.