Cuando un grupo de amigos disfrutaba del debut de Juan Fernando Quintero con el club deportivo Junior de Barranquilla cuatro hombres irrumpieron a los aficionados que estaban ubicados en la terraza de la tienda y estadero ubicado en el barrio Santuario en el suroccidente de la capital del Atlántico.
Las balas alcanzaron a los cuatro hombres que fallecieron en el acto, entre ellos, un patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla que se encontraba de vacaciones.
Versiones preliminares indican que uno de los atacantes se encontraba en el lugar y consumió varias cervezas, seguramente para ubicar a las víctimas y proceder a dispararles.
Testigos señalan que el ataque duró algo más de un minuto y temían ser alcanzados por una bala perdida, dado que los disparos eran dirigidos solo hacia el grupo que estaba en primera fila.
Cuando los sicarios se dieron a la huida las personas que estaban en el sitio auxiliaron a los cuatro hombres que yacían en el suelo. A su vez fueron socorridas seis personas más, entre estas una mujer de 22 años y un adulto mayor de 78 años, quienes de inmediato recibieron atención médica en centros asistenciales del sector.
Entre las víctimas fatales se encuentra el patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Reinaldo José Orozco Picalua, Javier Andrés Guevara Correa, Ever José Lizama Melgarejo y Ronald José Zabala Sarmiento.
Las personas heridas fueron identificadas como María Alejandra Martínez Hidalgo, Valentina Zulay Mattos Barraza, Santiago Manuel Peralta Márquez, Daniel Palomino Andrade, Pedro Antonio González Muñoz, y Emmanuel Cabezas Ahumada.
Al parecer, tres de los asesinados eran prestamistas gota a gota, por lo cual no se descarta que el hecho violento esté relacionado con un ajuste de cuentas.
En las últimas horas el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo y la Policía nacional indicaron que el valor de la recompensa aumentó a 100 millones de pesos para quien brinde información que permita capturar a los responsables de esta masacre y que ya hay 4 sujetos identificados de cometer este hecho sicarial.