Tras el estallido del escándalo que tiene en el ojo del huracán al hijo mayor del presidente Gustavo Petro y a algunos miembros del gabinete, después del testimonio brindado por la exesposa del diputado Nicolás Petro, Day Vásquez, quien en medio de una entrevista a la Revista Semana lo acusó de recibir dineros de personas vinculadas o señaladas del delito de narcotráfico e hizo públicos una serie de chats que probarían que el joven se reunía con políticos de talla buscando una serie de beneficios particulares, especialmente contratos.
Entre los nombres de los políticos con los al parecer buscaba cerrar tratos se encuentran varios de los miembros del Gobierno, como lo son, el director administrativo de la Presidencia (Dapre), Mauricio Lizcano; el exministro de Educación, Alejandro Gaviria; el exsenador Gustavo Bolívar; la ministra de Engería y Minas, Irene Vélez y la ministra de Salud, Carolina Corcho, entre otros.
Ante las acusaciones, la ministra de salud, Carolina Corcho, decidió defenderse y mediante su cuenta de Twitter mencionó que si bien sostuvo reuniones con el hijo del mandatario, nunca se habló de dichos contratos o temas relacionados con dinero.
“Hemos conversado con Nicolás Petro, como se ha hecho con congresistas, diputados, ciudadanos y diversos representantes de organizaciones sociales, gremiales y políticas. En estas reuniones no se habló ni acordó nada de contratos, puestos ni prebendas”, escribió la ministra.
Otro de los que salió a desvincularse del escándalo fue el ministro Alfonso Prada, quien en los chats publicados por Semana, es acusado de haber dado 10 cargos al interior de la cartera que lidera.
“La palabra cupos no existe en mi lenguaje, no es una palabra usual ni en el Ministerio ni en mis conversaciones, de adjudicar 10 cupos de nada”, puntualizó el miembro del ejecutivo.