Las acciones violentas no paran en el Distrito de Riohacha ni en el municipio de Maicao, lo que mantiene en zozobra a la comunidad que se siente insegura hasta en sus propias residencias.
Los asesinatos, atentados y atracos son el pan nuestro de cada día en el departamento de La Guajira, que contrasta con las débiles acciones de los organismos de seguridad que no logran controlar las acciones de los violentos.
De manera reiterada, los alcaldes de los dos municipios más importantes de La Guajira, han solicitado oficialmente el aumento del pie de fuerza al Gobierno nacional sin obtener respuesta clara a una petición que tiene como fin el poder garantizar la tranquilidad que el ciudadano exige.
Es importante también que desde los organismos de seguridad se realicen labores de inteligencia, en los sectores donde se mueven quienes de manera inescrupulosa, preparan sus acciones delictivas para atentar contra la ciudadanía.
La Guajira no puede seguir en manos de quienes delinquen abiertamente, porque además de causar temor en sus habitantes, alejan la inversión y la visita de turistas que dinamizan la economía del Departamento.
Los delincuentes operan de diferentes maneras, y se extienden a otras zonas de La Guajira actuando en distintos sitios, y la gran mayoría utilizando la motocicleta como medio de transporte.
La radiografía amerita que la gobernadora Diala Wilches Cortina, y los quince alcaldes, soliciten al Gobierno nacional todo el apoyo que sea necesario para que desde el Comando de Policía y la Fiscalía, se le brinde la logística que sea necesaria para neutralizar las acciones de quienes siguen atentando contra la seguridad de los guajiros.
La Guajira a pesar de sus dificultades es uno de los destinos turísticos de Colombia, solamente en el 2022 más de un millón de personas visitaron el Cabo de la Vela, lo que muestra su potencial y lo que indica la necesidad de que garantice la seguridad ciudadana en todo el territorio peninsular.