Mucho se ha dicho sobre las talanqueras que se les han puesto a los inversionistas que colocan y exponen sus recursos para invertir en proyectos en La Guajira, sobre todo, los energéticos, pesqueros y el cultivo de camarones. Quienes llegan al Departamento con el fin de sembrar su dinero en los proyectos productivos, se han encontrado con una serie de obstáculos protagonizados por algunos líderes indígenas que exponen el buen nombre de la comunidad que representan, exigiendo previamente a la empresa una serie de prebendas para abrirle el camino a la inversión en la zona que representan, posteriormente vienen otras peticiones relacionadas con la consulta previa y luego, las exigencias económicas durante el inicio y desarrollo del proyecto.
Quienes por alguna razón hemos estado en las reuniones de los inversionistas, nos ha correspondido escuchar las críticas relacionadas con el flaco favor que los llamados líderes le hacen a nombre de la comunidad que al final no es la gran beneficiada porque muchos sabemos que quienes verdaderamente viven en la ranchería es poco lo que reciben de cualquier ayuda que entregan los inversionistas. Somos conscientes que muchas empresas nacionales y extranjeras no le han correspondido como se lo merecen los dueños de los terrenos en donde operan los proyectos, pero para nadie es secreto que muchos líderes se quedan con lo que le corresponde a los habitantes de cada zona. Con esta mala práctica, muchos son los proyectos que se han paralizado por la misma situación sin que las autoridades controlen o regulen las existencias de las prebendas que le solicitan quienes dicen llamarse líderes y que los inversionistas y empresarios no les queda otra, sino la acceder a las pretensiones.
Si bien es cierto que el departamento del Atlántico no cuenta que las bondades que la naturaleza le ha dado a La Guajira, hoy en esa región se vienen desarrollando una serie de proyectos eólicos y solares que han despegado sin tantos tropiezos, pero la inversión en el Atlántico le genera tranquilidad al inversionista quien no se somete a la entrega de prebendas y en algunas oportunidades la consulta previa se desarrolla sin tanta prebendas a los líderes.
En ningún momento pretendemos que las empresas que vengan a invertir o realizar sus proyecto en La Guajira engañen a los dueños de los predios ancestrales, lo que buscamos que sean ellos directamente quienes reciban los beneficios y no quienes median en el proceso, todo porque las exigencias las vienen haciendo los líderes indígenas y quienes allí habitan le dan las migajas.
Los propietarios ancestrales de los predios en donde pasa cualquier tipo de proyecto tienen derecho a que se les pague la servidumbre pública, pero que sean ellos quienes hagan el disfrute de lo que Dios y la naturaleza le dio y no que sean los líderes que exigen prebendas sin que la comunidad conozca.