Un día cualquiera de hace muchos años conocí a ‘El Flecha’, periodista entonces vinculado políticamente a la corriente liberal de Eduardo Abuchaibe Ochoa (q.e.p.d). ‘El Flecha’ era locuaz, extrovertido, bromista, de mucha imaginación y, por encima de todo, amigo de sus amigos. Al frente de su programa informativo Radioperiódico El Flechazo, sentó las bases del periodismo radial de La Guajira, ya desde Radio Almirante, ya desde emisoras de Maicao y la provincia o desde otras emisoras de Riohacha, la última, Radio Delfín. Descubrí en ‘El Flecha’ a una persona de recio carácter, entregado a su labor periodística, muy poco egoísta al momento de irradiar su sólido conocimiento de esta profesión que él consideraba un arte y desde la cual fue vinculando, uno a uno, a muchos de los que hoy representan el periodismo oral o impreso en la región, trayéndolos muchas veces desde otras latitudes y enseñándoles el amor por La Guajira que los instó a armar toldas locales y quedarse por el resto de sus días en nuestro terruño, tal como él lo vivió.
‘El Flecha’ también fue flechado en su corazón por el amor hacia una dama riohachera, Lorena Illidge Toro (q.e.p.d), mi familiar cercana y amiga de siempre y con ella organizó su vida, dejando de lado todo lo que tenía de nómada, bohemio y loco. Y de su hogar brotó el fruto de sus amores, Leonor Elisa, quien fue la luz de sus ojos y para quien deseó siempre lo mejor de la existencia.
Un día cualquiera, Álvaro y Lorena, decidieron incursionar en el mundo de los negocios y adquirieron de Hernando Llanos, el restaurante ‘El Rincón de Don Hernando’ y solicitaron mis servicios como asesor administrativo, ya que yo venía con una experiencia ganada en restaurantes del aeropuerto El Dorado de Bogotá y del restaurante-bar local ‘La Terraza Marina’. Este hecho fortaleció nuestro vínculo amistoso y entramos al terreno de la cofradía, las parrandas y eso nos llevó a compartir proyectos y aventuras de distintos perfiles.
Buenos tiempos aquellos. Édgar Ferrucho Padilla se unió para fortalecer la actividad periodística del Radioperiódico El Flechazo. Tiempos en que Omar Obando Dáez gerenciaba a Radio Almirante. Y fue precisamente en esos tiempos en que decidimos rescatar el Festival Nacional del Dividivi y en ese proyecto nos comprometimos todos y se nos unieron personajes como Octavio Suárez Alzate, Elías del Toro (q.e.p.d.) Ismael Henríquez Pinedo (q.e.p.d.) Eduardo Sánchez Mantilla, Osmi Curiel. Dable recordar también apoyo valioso de mujeres como Soraya Daza y Ruth Berardinelly, a quienes se debió la grandeza del festival hoy desaparecido.
Álvaro se caracterizó por ser siempre una persona recursiva frente a la adversidad. Cuando se quedó sin programa radial, incursionó en el periodismo escrito local y creó el tabloide ‘El Flechazo’ que causó gran impacto en el periodismo escrito de La Guajira.
También incursionó en el periodismo de televisión con un espacio que se emitía por Telecaribe a las 6 de la tarde. La solidaridad de Álvaro para con sus compañeros de trabajo siempre fue manifiesta y siempre tuvo para ellos un consejo amistoso y una mano amiga extendida en momentos cruciales. A él le debo el haberme estimulado a escribir mis primeros comentarios de corte periodístico y perderle el miedo al micrófono. Según él yo tenía un don innato para la redacción y me fue guiando hasta alcanzar un alto grado de competencia periodística.
Recuerdo haber acompañado a ‘El Flecha’ a Barranquilla varias veces en la búsqueda de nuevos periodistas incipientes para fortalecer su programa. Entre ellos llegaron a Riohacha César Castro, Hugo Leones, Francisco de la Hoz, Luis Mora Domínguez, Charles Down, Jaime Rengifo y un pelao’ del que Álvaro me decía: “Ese pelao’ tiene madera para el periodismo”, se trataba de Ismael Fernández Gámez. Todos hicieron escuela bajo la batuta magisterial de Álvaro Flórez.