Los campesinos y pescadores asentados en la cuenca del río Cañas en Mingueo, solicitan a las autoridades ambientales y administrativas la intervención del afluente, toda vez que cambió el curso normal, el sedimento ha ocasionado represamiento y las aguas no son aptas para el consumo humano.
Según el gremio de pescadores, no pueden ingresar al río en lanchas porque el afluente no tiene la suficiente profundidad para el desplazamiento de las pequeñas embarcaciones.
Además, el estancamiento de las aguas las ha tornado verdosas y nauseabundas, por lo que es imposible el consumo humano. Tanto así, que hace tres días falleció un pescador en el Magdalena, el cual presentó quebrantos de salud y en Barranquilla le diagnosticaron una afección causada por una bacteria.
Los presidentes de las Juntas de Acción Comunal de Mingueo se pronunciaron al respecto y claman a nombre de las familias afectadas por el desvío del río, la intervención inmediata para recuperar el cauce tradicional, el cual requiere de maquinaria para retirar el sedimento mediante dragado.