Este año el Departamento será objeto de una decisión trascendental, pues la Comisión de Vigilancia del Proceso de Descentralización
y Ordenamiento Territorial del Senado y Cámara deberá tomar una decisión definitiva sobre los límites con el Cesar.
La Guajira es una entidad territorial que cuenta con 20.848 kilómetros, de ellos el departamento del Cesar ha estado reclamando como propios 80.7 kilómetros (8.079 hectáreas), que se concentran en San Juan del Cesar, en la frontera sur con el municipio de Valledupar, involucrando a las poblaciones de Potrerito, Primer Rincón, Carrizal, Veracruz, barrio El Perú, Baroblancal y El Campín.
Cabe mencionar que en 1991, durante el trámite aprobatorio de la Constitución Política de Colombia, los constituyentes del Cesar a través de facultades especiales, propusieron ampliar el territorio departamental buscando una salida al mar, a través de la vertiente noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, afectando los intereses territoriales de La Guajira. Sin embargo, la iniciativa no se transformó en norma, aunque logró discutirse en el seno de la Comisión para el Ordenamiento Territorial.
Sobre la reiterada reclamación del Cesar, se han manejado diferentes hipótesis: que el corregimiento de Patillal perteneciente al municipio de Valledupar, requiere expandirse territorial y demográficamente para ser jurídica y administrativamente elevado a la categoría de municipio; que Valledupar busca consolidarse como una región homogénea de la música de acordeón, incorporando a Carrizal, corregimiento de La Junta, como lugar emblemático en donde nació y se desarrolló musicalmente Diomedes Díaz. Que la capital del Cesar presenta una crisis de abastecimiento de agua y a través de los poblados del piedemonte de la vertiente suroriental de la Sierra Nevada puede acceder a los 189 millones de metros del vital líquido del río Ranchería existentes en la represa El Cercado; y que a través de las áreas reclamadas, el Cesar busca la articulación de las cuencas altas de los ríos Cesar y Ranchería, zonas que contienen ricos yacimientos de carbón y gas, que son explorados y cuantificados por la Drummond.
En cuanto a la primera hipótesis, que parece aislada a las demás, los territorios en donde se encuentran los barrios El Perú, Baroblancal y El Campín, al norte del arroyo La Malena que sirve de límite entre el Cesar y La Guajira, están vinculados social, económica y políticamente al contorno urbano de Patillal.
Por la división territorial, esta población formalmente no es contabilizada como residente del poblado, que con su incorporación aspira a cumplir con los requisitos para ser municipio y contar con una administración territorial autónoma y sin la dependencia de Valledupar.
Asimismo, las otras tres hipótesis se complementan porque en conjunto prospectan mantener la primacía urbana de Valledupar en su territorio de influencia o “hinterland”, permitiendo la utilización y aprovechamiento como reserva de recursos, bienes y servicios estratégicos disponibles para la extracción de excedentes económicos necesario para darle sostenibilidad a su crecimiento urbano.
Orígenes
Todo comenzó en agosto de 2012 con una proposición de Juan Manuel Campo Eljach, exrepresentante a la Cámara por el departamento del Cesar, que en su calidad de miembro activo de la Comisión de Vigilancia del Proceso de Descentralización y Ordenamiento Territorial, requirió al Instituto Geográfico Agustín Codazzi –Igac– para abrir un proceso de verificación y corrección de los límites entre La Guajira y el Cesar bajo la definición de dudosos.
Con base en la Ley 1447 de 2011, el Igac expidió la Resolución 0327 de 2013 con el fin de adelantar los estudios, acciones y consultas necesarias para realizar el deslinde y el amojonamiento entre los dos departamentos, actividad que se centró en la vertiente sur oriental de la Sierra Nevada, en San Juan del Cesar.
Las actuaciones del Igac buscaron realizar una propuesta técnica de deslinde de las entidades territoriales con base en estudios histórico, legal, social, económico y administrativo, proceso que se inició en mayo del 2013.
Trámite de la reclamación
En la jornada de trabajo de la Comisión de Deslinde Limítrofe Cesar – La Guajira realizada el 20 de noviembre de 2013 en las instalaciones del Igac en Valledupar, de manera directa la delegación de La Guajira, pudo exponer que se estaban cometiendo errores en el estudio técnico de deslinde y amojonamiento de las entidades territoriales, ya que la historia y la administración del territorio en litigio demostraba que no se trataban de límites dudosos, sino de la existencia de límites tradicionales.
Empero, el Cesar y el municipio de Valledupar sostenían que de acuerdo al artículo 8 de la Ley 1447 de 2011, los límites existentes entre los dos departamentos eran dudosos por la baja identificación de hitos o referentes cartográficos del deslinde y a la inexistencia de un acuerdo entre las partes.
Por lo que el Departamento y el municipio de San Juan del Cesar se defendían aduciendo que a la luz del artículo 6 de la misma ley, los límites existentes entre las entidades territoriales debían ser considerados como tradicionales, es decir, que han venido siendo reconocidos por la comunidad y las autoridades de los entes territoriales.
Esa postura que fue documentada dentro del proceso con la tradición cartográfica, catastral y registral, descripciones contenidas en textos de geografía o estudios de reconocidos científicos de las geociencias, testimonios de miembros nativos de la comunidad, aspectos ambientales, notariales, prestación de servicios públicos, salud, educación y construcción de obras públicas, existencia de corregimientos, inspecciones de Policía, Juntas de Acción Comunal y otras formas institucionales de ejercicio de competencias.
En esa oportunidad se dejó en claro que la discusión debía partir de la existencia de límites “tradicionales” y no del concepto de “dudosos”, dado que los límites vigentes estaban formalizados desde 1976 cuando el Igac los estableció en la cartografía oficial de Colombia.
En ese sentido, entre 1985 y 1990 el Instituto Geográfico Agustín Codazzi realizó y publicó de manera oficial el estudio sobre la estructura urbano-regional del país y estableció el ordenamiento de la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde se legitiman los actuales límites entre el Cesar y La Guajira.
Durante el desarrollo de los estudios técnicos, la delegación de La Guajira reiteró que no reconocían elementos que generaran dudas, controversias, diferendos ni conflictos sobre los límites existentes, razón por la cual se requirió permanentemente la ratificación de los límites vigentes acorde con la cartografía oficial existente en el Igac y que data de 1976.
Igualmente, solicitó que el trabajo debería concentrarse en un esquema de compensación territorial para resolver la dependencia de los barrios El Perú, Baroblancal y El Campín, articulados al corregimiento de Patillal (Cesar) y pertenecientes a La Guajira.
Informe técnico
En el informe técnico del 14 de junio de 2017, el Igac emitió de manera definitiva su informe sobre los límites del Cesar y La Guajira, en el cual se anexa un proyecto de Ley para su formalización en el Senado. Allí se reconoce que los caseríos de Potrerito, Veracruz y Carrizal, hacen parte del territorio del municipio de San Juan del Cesar; mientras que los barrios El Perú, Baroblancal y El Campín, así como un área suficiente para su expansión, hasta el callejón Primer Rincón, pasan a pertenecer al territorio del corregimiento de Patillal, municipio de Valledupar.

Dado que después de un año la Comisión de Vigilancia del Proceso de Descentralización y Ordenamiento Territorial del Senado y la Cámara no se pronunciaron sobre el asunto, el Igac utilizó dichas competencias para adoptarlos como límites provisionales en la cartografía nacional, proceso que se cumplió y que se encuentra disponible en las páginas web del Dane y del Igac.