Esta época navideña siempre me pone sensible debido a que me gusta y la disfruto mucho. Aunque hoy vivimos una de las más extrañas por estar todos inmersos en una navidad pandémica, no he dejado de disfrutarla con responsabilidad.
Así las cosas, como son muchos los sentimientos que me llegan, me permito traer un hermoso poema de Charles Chaplin que llega como anillo al dedo en esta hermosa época que une a familiares, amigos y desconocidos.
Cuando nos hablan sobre Charles Chaplin casi siempre nos imaginamos a un actor de cine que hizo películas en la época cuando era mudo y que con su movimiento característico a algunos de nosotros nos hizo reír mucho.
Resulta que sus películas tienen un trasfondo de crítica y sátira que lo hizo meter en varios y serios problemas. Nació el 16 de abril de 1889 en Londres. Residió por más de 40 años en los Estados Unidos donde realizó la mayor parte de su obra maestra cinematográfica. Pero un día como hoy se consideró por parte de los Estados Unidos que sus películas y obras atentaban contra la moral y las buenas costumbres norteamericanas. Se le acusó de comunista. Por lo anterior se le retiró la Visa y nunca más pudo regresar a pisar el suelo de la tierra del Tío Sam.
Ojalá este poema suyo se quede en el corazón de los colombianos:
“Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia, y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,
solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento, o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas, situaciones y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… Amor Propio
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón, y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado, y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… Saber vivir
No debemos tener miedo de cuestionarnos, de hecho, hasta los planetas chocan, y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas”.
Para este momento de reflexión y de muchas preguntas sobre nuestro destino, espero que les haya gustado como a mí.