El gobernador de Sucre, Héctor Espinosa Oliver, en compañía del coronel Ricardo Sánchez Silvestre, comandante de la Policía en Sucre, y del coronel Évert Andrés Mejía Giraldo, comandante de la Brigada de Infantería N.° 1, anunciaron la captura de dos importantes cabecillas del Clan del Golfo, así como la frustración de un caso de extorsión en San Antonio de Palmito.
José Félix Álvarez Zapata, alias Pepe o Coco, es la primera captura que se registra de este gran golpe, quien presuntamente coordinaba la ejecución de las actividades criminales, como la extorsión, control de tráfico local de estupefacientes, homicidios selectivos derivado del ajuste ilegal de cuentas. Sus zonas de injerencia eran los municipios de Los Palmitos, El Roble, Sincé, Betulia, Galeras y San Benito Abad, y su captura se dio en Baraya, jurisdicción del municipio de Galeras.
De acuerdo con su trayectoria delictiva, alias Pepe o Coco, en febrero del 2021 fue designado por alias Osama como cabecilla en la subregión Morrosquillo, y después se trasladó a la subregión Sabanas, en Sucre. Tendría bajo su mando a 20 integrantes del grupo criminal distribuidos en esos municipios y una orden de captura vigente por el delito de concierto para delinquir agravado, emitida por el Juzgado de Quibdó, en Chocó.
La segunda captura se registró en La Sierpe, zona rural del municipio de Majagual, en donde las autoridades aprehendieron a Carlos Romero Pérez, alias Aldo, perteneciente al ala militar de la subestructura Uldar Cardona Rueda, del Clan del Golfo, quien tiene antecedentes en fuga de presos. Fue el encargado de materializar homicidios selectivos y el cobro de extorsiones en San Marcos, Guaranda, Majagual y Sucre (Sucre).
Alias Aldo, con trayectoria de más de 4 años, hacía exigencias económicas de entre 200.000 pesos a 5.000.000 millones a los gremios de arroceros, comerciantes y ganaderos de la zona de la Mojana sucreña, y recaudaba mensualmente 50 millones de pesos. Es acusado presuntamente de concierto para delinquir agravado y extorsión, y tiene orden de captura vigente del Juzgado Segundo Penal municipal de Sincelejo.
El tercer golpe fue posible gracias a la oportuna reacción de las autoridades, las cuales permitieron frustrar un caso de extorsión bajo la modalidad de falso servicio en la zona rural del municipio de San Antonio de Palmito, en donde los delincuentes contactaban a las familias de las víctimas para exigirles dinero a cambio de su supuesta liberación, y como producto de este delito exigían 50 millones de pesos.