Es nuestra pésima economía, lo hemos repetido en innumerables ocasiones, el problema de La Guajira, es socioeconómico. Mientras los gobernantes de turno y los próximos, no entiendan que todas las políticas públicas de gobiernos y planes de desarrollo, deben ir afianzadas en establecer métodos integrales que busquen mejorar nuestra economía, no vamos a salir de esta situación eterna en la que hemos estado sumergidos durante largas y extenuantes décadas.
Si nuestra economía, no empieza a mostrar un comportamiento mejor la posibilidad de llegar a obtener el futuro deseado será cada vez más lejana. Pero en cambio, con un reestablecimiento económico departamental, habrá más posibilidades, más empleo y en consecuencia una disminución notoria de la pobreza multidimensional.
La economía está ligada íntegramente. Todo en una sociedad está alrededor de su economía. Lo político, lo social, lo cultural, lo gastronómico, la calidad de vida de las personas, la salud, la educación, etc.
La economía, es un núcleo sobre el cual todo gira alrededor. Cuando existen altos índices de pobreza y desempleo en una sociedad, es a causa de quebrantos en su economía.
Los padres en los hogares como consecuencia de la ausencia de dinero, no podrán educar, alimentar y brindar una salud adecuada a los miembros de sus hogares. No podrán ahorrar y en consecuencia les será imposible adquirir vivienda propia. Así se gesta la pobreza, la inseguridad y la miseria.
En cualquier lugar del mundo, donde exista más posibilidades u oportunidades que aquí en La Guajira hacen presencia dos factores fundamentales: un sector de formación profesional y un aparato productivo.
Ambos hacen una fusión armónica generando empleo formal y aportando soluciones sustanciales al mejoramiento económico de cualquier comunidad. En nuestro Departamento existen semestralmente nuevos profesionales, técnicos y tecnólogos pero no tenemos un aparato productivo que los pueda sustraer y emplear.
La propuesta se basa es en que al no tener un aparato que genere empleo, entonces se deba crear la forma de poder encontrar una solución. Particularmente creo que el emprendimiento podría serlo junto con la inyección masiva de capitales en calidad de préstamos con muy bajos intereses a jóvenes emprendedores, madres cabeza de hogar, microempresarios y demás actores sociales y gremiales de cualquier municipio de La Guajira.
Seguramente así podría contribuirse de manera significativa al mejoramiento de nuestra economía, tal vez muchos dirán que esto ya se ha hecho. Relativamente podrían tener razón en algo, pero lo que no dicen es que jamás lo han establecido en serio como política de gobierno y además que esta modalidad no tiene nada que ver en lo absoluto con las capacitaciones que les hacen a microempresarios del turismo, en donde les ofrecen gran variedad de enseres para el fortalecimiento de sus negocios pero que de fondo terminan dándoles menos de la mitad de lo prometido. ¿Por qué son tan costosas esas capacitaciones de los programas de emprendimiento?
Por otro lado y en consecuencia con lo que hemos venido planteando, tenemos evidencia que en el municipio de Uribia, en el Gobierno municipal entre los años 2011 y 2015, se desarrolló una política social encaminada al fortalecimiento del emprendimiento por medio de préstamos a crédito. Aproximadamente fueron tres mil millones de pesos otorgados con bajos intereses, ¡fue un éxito! Casi el 85% de los beneficiados pagaron puntualmente sus cuotas, hoy día la mayoría de ellos solventan la subsistencia de sus hogares a base de esos negocios creados hace aproximadamente 7 años.
Es poco comprensible asimilar la idea de que esta iniciativa tan positiva no haya sido maximizada, pero queda evidencia de que sí se pueden desarrollar métodos integrales y efectivos que contribuyan al mejoramiento de nuestra economía.
En otros lugares en el mundo con situaciones socioeconómicas parecidas a las de La Guajira, se han establecido estrategias similares de préstamos de libre inversión para negocios y emprendimiento. La India es un ejemplo de ello. El Banco Grameenes, una institución microfinanciera y banco de desarrollo comunitario; fue fundado en Bangladés y fue ganador del Premio Nobel de la Paz. Esta institución se caracteriza por otorgar pequeños créditos (también llamados microcréditos o «créditos grameen») a las personas de clase baja sin pedir una garantía a cambio.
En Medellín también hay una apuesta en marcha desarrollada por la alcaldía de esa ciudad. Es un programa social que tiene como misión otorgar alternativas financieras flexibles para promover las actividades productivas, comerciales y de servicios en la comunidad de la ciudad de Medellín y sus corregimientos, a través de diferentes líneas de crédito diseñadas para financiar pequeños proyectos individuales o colectivos con novedosas formas de pago.
Lo básico es entender que el problema nuestro es socioeconómico y que en base en ello se gestan los diversos fenómenos sociales que históricamente nos han causado traumatismos en el crecimiento económico y social. Por eso vemos que avanzamos muy lento, todo tiene base en la economía.
Las principales ciudades de La Guajira a principios o mediados del siglo pasado tenían proyecciones significativas. Por ejemplo, Riohacha y Maicao contaban con transporte urbano formal, hoy día eso desapareció. ¿Por qué en vez de avanzar nos sentimos estancados y en algunas ocasiones nos sentimos de regreso?
Siempre volveremos al mínimo común y obtendremos la misma respuesta, es nuestra pésima economía ¿De momento qué está haciendo la sociedad civil y qué están haciendo los gobernantes en el Departamento para subsanar esta situación?