El desespero de los habitantes de las grandes ciudades colombianas por la inseguridad en las calles ha llevado a que líderes políticos propongan medidas radicales para hacer frente a la delincuencia. Una de esas propuestas es permitir que los ciudadanos porten armas de fuego para defenderse.
Para el concejal de Barranquilla, Juan Camilo Fuentes, la Policía ha sido insuficiente y muy inferior al desafío que representa la delincuencia actualmente, por eso cree que es hora que los ciudadanos tengan las herramientas propias para defenderse de los criminales.
“No vivimos en el país de las maravillas, no es Dinamarca. Le hemos entregado todas las herramientas a la Policía; un helicóptero nuevo, se le cambiaron las motocicletas, se les dieron elementos tecnológicos, se aumentaron las cámaras de seguridad, y lastimosamente los resultados que vemos son negativos (…) la ciudad prácticamente está sitiada”, comentó Fuentes a Sistema Cardenal 1010 AM Barranquilla.
Para el cabildante es inaceptable que los delincuentes tengan en su poder armas ilegales para amenazar a comerciantes, conductores, y ciudadanos de a pie. Además critica que el sistema judicial es ineficiente a la hora de imponer sanciones jurídicas a las personas que cometen delitos. Por lo anterior, le pide al Gobierno autorizar a los ciudadanos el porte de armas.
“Ese asesino es el que tiene las armas ilegales y la ciudadanía de bien no puede defenderse ¿Nos quedamos esperando que nos maten, que nos atraquen, que nos violenten? Aquí hay un derecho constitucional que es el derecho a la legítima defensa. Los ciudadanos de bien después de que cumplan con los requisitos que están en la ley, que los comerciantes y las personas puedan acceder a las armas y puedan defenderse de la delincuencia. No podemos esperar a que nos maten o nos violenten”, dijo el concejal Fuentes.
El dirigente señala varios problemas como la proliferación del narcotráfico en los barrios de la ciudad, y la aparición de bandas delincuenciales conformadas por exintegrantes de grupos armados ilegales y extranjeros han empeorado las condiciones de seguridad en Barranquilla.
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