De manera indiscriminada, la xenofobia viene invadiendo a los guajiros en contra de los venezolanos, pero su aversión o sentimiento de rechazo cada día se profundiza cuando minuto a minuto observamos que las personas originarias del hermano país, engrosan las actividades delincuenciales, ganándole terreno a las autoridades, pero afectando el patrimonio de los colombianos, a tal punto que tenemos la percepción que los llamados venezolanos manejan el concepto que para sus actos delictivos no existen normas que los castigue, mientras tanto a los colombianos de bien, hemos perdido la vida, nuestro patrimonio y nuestra tranquilidad.
Desde que los dos últimos gobiernos implementaron su política migratoria al acoger en nuestro seno patrio a los venezolanos que huían del hambre y del régimen de Nicolás Maduro, entramos en una férrea defensa de quienes abandonan la tierra de “Gloria al bravo pueblo” e ingresaban al país del Sagrado Corazón de Jesús rompiendo las cadenas del yugo Maduro. Rechazamos en su momento la xenofobia practicada por muchos guajiros en contra de quienes venían buscando un asilo, un amparo o protección, pero hoy los hechos y cifras nos corresponde exigir a las autoridades colombianas que hagamos un alto en el camino, ya que el reacomodamiento de la delincuencia la protagonizan y lideran personas de nacionalidad venezolana.
Hoy la alta presencia de venezolanos en actividades delincuenciales no deja de ser una papa caliente tripartita que está pasando de una solución humanitaria a un problema social que termina en un hecho delincuencial, además, sigue siendo un problema triple – social, ya son los venezolanos los que mayoritariamente participan en actividades delincuenciales, la ciudadanía colombiana es la afectada y las autoridades locales no pueden hacer mayores operativos en su contra por la protección estatal y su mal estado documental no permite judicializar a quienes son capturados en flagrancia.
Hacemos un llamado a las autoridades para que analicen, evalúen y controlen la cantidad de hechos delincuenciales cometidos por venezolanos en contra de la integridad y bienes de los que nacimos en nuestro país, ya que por sus actos se está incrementando el odio y la hostilidad en contra de ellos, que de mantenerse la repugnancia en su contra por parte de nuestra sociedad, puede desencadenar un problema social, especialmente por quienes vienen liderando asaltos, atracos, raponazos y asesinatos, sin desconocer que también existe una práctica de los delincuentes criollos, quienes para no dañar su verdadera hoja de vida, a la hora de la captura aparecen indocumentados y fingen una acento venezolano, con el fin de acogerse a los beneficios.
No es que pongamos en práctica la xenofobia, sino que la cantidad de hechos delincuenciales nos está colmando la paciencia y le hacemos ese llamado angustioso a las autoridades para que tomen el control, o de lo contrario, el control delincuencial y judicial lo tomarán los venezolanos.