Por más de un mes los habitantes de los barrios Hormigueral, Santo Tomás y Las Marías de Villanueva, adyacentes a la carrera 8 entre las calles 14 y 20, vienen soportando malos olores emanados de las aguas servidas provenientes de un manjol ubicado en el sector del Ceibote.
Según cuentan, esta situación ha desmejorado la tranquilidad de muchos ciudadanos, ya que en la zona se encuentran algunas ventas informales de comidas. Además de un paradero de vehículos que realizan viajes a distintas partes del Departamento y del Cesar.
“Estos olores son desagradable y lo tenemos que soportar diariamente (…) el problema está en dos manjoles ubicados precisamente aquí y la empresa Veolia, encargada del mantenimiento de las redes de alcantarillado y agua potable, en repetidas ocasiones han llegado con varillas e incluso con el vactor pero no solucionan nada y eso hace pensar que el problema va más allá”, dijo un morador.
Al mismo tiempo, precisó que otros manjoles que se encuentran en la parte arriba de la carrera, también presentan constantes desbordamientos.
“En días anteriores en nuestro municipio han caídos fuertes aguaceros y las aguas lluvias han ocasionado el desbordamiento de estas aguas, afectando a muchas familias e incluso a muchos vendedores. Tenemos otros dos puntos que se han convertido críticos sobre la calle principal, la carrera 7A sector San Luis y 12 sector Padilla, allí se presentan hundimientos, los cuales están ocasionando un inminente peligro y han pasado más de 2 años y sigue igual desde que arreglaron la vía con placa asfáltica”, agregó.
Mientras tanto, los propietarios de establecimientos de comidas alzaron sus voces de protestas ya que se están viendo perjudicados con disminución en sus ventas.