La llegada de los pilotes de madera que soportarán parte de los desarrollos del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín marca el comienzo del megaproyecto ambiental más importante de Colombia: la recuperación integral del tesoro ambiental de los barranquilleros.
Después de las pruebas de pilotaje, efectuadas semanas atrás, ahora comenzará el hincado de pilotes de madera que se emplearán para la creación de las áreas palafíticas en las que se podrá caminar por encima de la ciénaga. Con esto ya empezó a construirse el sueño de devolverle la mirada al mayor pulmón verde de la ciudad.
El alcalde Jaime Pumarejo recibió la madera que se empleará para la construcción de la infraestructura y dio detalles de lo que podrán encontrar propios y visitantes en esta primera etapa.
“Aquí nace ya la primera etapa del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín. Serán tres kilómetros de senderos, entre bicirrutas y senderos peatonales, un área deportiva desde donde podremos hacer deportes de vela y remo, otra área de contemplación donde podremos apreciar las aves y la naturaleza, y zona de cafetería donde podremos disfrutar de este paisaje natural”, indicó.
El mandatario estuvo acompañado por el gerente de Ciudad, Carlos Acosta; la gerente de Edubar, Angelly Criales, y el secretario de Obras Públicas, Rafael Lafont.
Mallorquín constituye el eje del proyecto de llegar a ser una biodiverciudad, que contempla Barranquilla en su plan de desarrollo. Para ello se avanzará en 7 etapas, la primera de las cuales es el Ecoparque.
Unas 20.000 personas se beneficiarán directamente con este proyecto de recuperación ambiental, según estimados de la Gerencia de Ciudad, además del gran número de visitantes que llegarán atraídos por el impulso al ecoturismo regional, que convertirá a Barranquilla en un punto de encuentro en la materia.
Avistamiento de aves, deportes náuticos, senderismo, contemplación e interacción con la naturaleza, serán algunos de los elementos de los cuales podrán disfrutar los visitantes.
De este proyecto ecoturístico hace parte la recuperación de la playa de Puerto Mocho, cuyo plan de protección ambiental lo está elaborando la firma Royal Haskoning DHV, el cual trazará una hoja de ruta que le permita a la ciudad poder disfrutar del mar.