Con el inicio de la novena, se abre el camino para la celebración de la fiesta de Navidad y fin de año, que propicia el encuentro alrededor de la familia.
Por lo general en estas fiestas del mes de diciembre, se viven otras situaciones como el uso de la pólvora que a pesar de las consecuencias que deja por su mal manejo, aún muchas familias hacen uso de ella.
A los padres de familia, les corresponde el cuidado inicial de sus hijos, y debido a ello deben alejarlos de todo lo que signifique pólvora para evitar riesgos que más tarde se tengan que lamentar.
Hay muchas maneras de celebrar la fiesta de la Navidad y fin de año, y desde casa se deben promover otras actividades sanas para los menores, como los juegos infantiles que llaman al compartir.
Los adultos deben generar conciencia de lo lesivo que es el uso de la pólvora, y en ninguna circunstancia deben hacer uso de ella, porque para aquellos que viven de esa venta existen otras formas de generar ingresos.
El llamado es también para las autoridades, a que realicen los operativos que correspondan y decomisen toda venta de pólvora para ayudar en ese control que se requiere para de alguna manera salvaguardar la vida.
Es importante recordar que la pólvora genera varios tipos de quemaduras como las de primer grado que presentan un ligero enrojecimiento en la piel, de segundo grado aquella donde en la piel hay ampolla, el tejido destruido en mas profundo, y es preciso recurrir al médico, y las de tercer grado que lesionan los tejidos profundos y requiere atención médica inmediata.
Recientemente, Juliana Quintero, toxicóloga de la Clínica del Hospital San Vicente Fundación, explicó que la pólvora no es única, “es una mezcla de varios componentes y de acuerdo a los colores que genera hay diferentes compuestos, entonces los amarillos tienen sales de sodio, los naranjados sales de hierro, los verdes tienen bario, los rojos estroncio, los blancos aluminio… son una cantidad de componentes tóxicos que dependiendo de eso cada uno tendrá manifestaciones clínicas diferentes cuando una persona llega quemada o intoxicada a una clínica”.