El Movimiento Nacional Carcelario alertó sobre tratos crueles, inhumanos y degradantes hacia la población reclusa en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, ‘La Tramacúa’.
Esto, tras la muerte de un recluso por presunta negligencia de las autoridades para ofrecerle asistencia médica, y el estado agonizante de un joven con cáncer de colon.
“Debido a la indolente atención del personal médico adscrito al Inpec, la inoperancia de la empresa prestadora del servicio de salud, Fiduprevisora y las injustificadas demoras en las remisiones hospitalarias de urgencia, se están muriendo los internos o son empujados a agravar sus condiciones de salud hasta llevarlos a estados terminales”, señalan en el comunicado.
Detallan los casos de los internos José Miguel Castillo Reyes, quien había solicitado insistentemente atención médica por un dolor de la espalda y abdomen por una supuesta caída, lo que requirió el traslado al Hospital Rosario Pumarejo de López, donde falleció.
Asimismo, de Gabriel Orlando Pérez Regalado, quien, después de sus desesperadas peticiones fue finalmente llevado al mismo hospital para una cirugía de urgencia, resultando con los intestinos obstruidos al momento de la operación y lamentablemente le fue diagnosticado un cáncer de colon con metástasis en fase terminal.
Por ello, solicita a la Fiscalía y a la Procuraduría, iniciar las investigaciones correspondientes, por la omisión en la que hayan podido incurrir los funcionarios del Inpec.
El movimiento también denuncia traslados y ‘perfilamientos’ arbitrarios por parte del director general del Inpec, mayor general Mariano Botero Coy, quien estaría ordenando la reubicación de patios de los internos según su supuesto nivel de “peligrosidad, sin tener en cuenta los criterios recomendados en disposiciones internacionales para la clasificación de internos”.