La expedición de decretos por parte de los alcaldes de los diferentes municipios del departamento de La Guajira, para evitar que se propague el coronavirus en el territorio, debe empezar a aplicarse de manera inmediata.
Las decisiones de las autoridades que buscan un beneficio colectivo, deben ir más allá de un papel para que realmente genere los resultados planteados.
Los resultados dependen de la forma como los funcionarios públicos asuman las responsabilidades, para lo cual deben estructurar toda una hoja de ruta que les permita el seguimiento a cada actividad que se trabaje en cumplimiento de los decretos que se expidan.
Es entonces el momento para que los alcaldes demuestren su liderazgo, su autoridad y la capacidad necesaria para que la comunidad entienda que debe seguir las recomendaciones porque se trata de proteger la vida.
El coronavirus es la prueba de fuego para los actuales mandatarios, quienes en el ejercicio diario deben demostrar todas sus capacidades para seguir adelante con los proyectos y programas propios de la administración al tiempo que atender esta situación coyuntural de la pandemia del coronavirus.
La Guajira es uno de los departamentos más expuestos al coronavirus, por su condición de frontera viva, de contar con puertos, por la llegada permanente de turistas y con una alta población vulnerable, especialmente los indígenas wayuú de los municipios de Manaure y Uribia.
En razón de ello, entonces los alcaldes de la mano del gobernador de La Guajira, deben dar estricto cumplimiento a las medidas adoptadas para evitar la propagación del coronavirus desde el cierre de las playas, de los sitios nocturnos, control sanitario en sitios como el aeropuerto y terminales de transportes, como también las definidas para los hoteles, restaurantes, sitios de oración y otras acciones para proteger a cada uno de los ciudadanos que habitan en el territorio.