Nos solidarizamos con los cientos de trabajadores de la empresa Cerrejón que por su propia iniciativa han organizado para este viernes una caminata para contarle al resto de los guajiros, los hechos positivos que la empresa les ha dado durante 30 años de operación, a los de las empresas subcontratistas y los beneficios colaterales para muchas personas que viven de la economía informal y de la empresa familiar.
Creemos y así lo consideramos que no se trata de una protesta en contra de quienes por criterio y convicción se identifican con el pensamiento político de los sectores alternativos del país, que buscan aparentemente una sanción a la multinacional paralizando sus operaciones por afectación del medio ambiente. Se trata de una marcha pacífica nacida de los empleados agradecidos de la empresa Cerrejón, que por muchos años les ha dado la oportunidad de tener un empleo, una estabilidad laboral y una pensión.
Se suman los profesionales que lograron cumplir sus sueños por las becas otorgadas por esta empresa y aquellas comunidades indígenas a quienes la labor social de Cerrejón les llegó en ausencia a la responsabilidad del Estado.
Es allí como editorialista resaltamos de la empresa carbonífera su presencia en La Guajira y la preocupación de los empleados agradecidos por los beneficios laborales, pero también respetamos a los trabajadores de la multinacional que comulgan y acolitan con la demanda de nulidad que busca dejar sin efectos legales el Plan de Manejo Ambiental Integrado de Cerrejón, el cual si es en contra de la empresa, posiblemente se decreta el cierre definitivo e inmediato de la operación.
Recodemos que esta acción es promovida ante el Consejo de Estado por parte de algunas comunidades indígenas de La Guajira y los congresistas Aída Avella, Iván Cepeda y Feliciano Valencia.
Insistimos, respetamos los derechos y libertades de las personas que por razones de sexo, raza, religión, opinión política o filosófica, tiene afín con la demanda y argumentan la falta de control y seguimiento por parte de las autoridades ambientales de la afectación al recurso hídrico y al medio ambiente de La Guajira, lo que según los demandantes, ha generado crisis alimentaria y ha vulnerado los derechos fundamentales de la población, especialmente de los niños, así como el desconocimiento del derecho de participación de la población en general.
Como medio sí apoyamos la caminata de la solidaridad de los trabajadores agradecidos con Cerrejón, empresa por medio de la cual económicamente han dependido cualquier cantidad de hogares guajiros. No sin antes decir que nosotros los guajiros necesitamos defender nuestro medio ambiente y los intereses de la región, para mejorar la economía de este Departamento que en gran parte de la explotación del mineral.