Las autoridades de salud han dicho que en la actualidad existen los descensos progresivos de los casos positivos de Covid -19, fruto de la masiva vacunación que los gobiernos de cada país han implementado en medio de la prevalencia y la velocidad de las variantes Mu y Gamma.
Sin embargo, pese a las advertencias que aún se vienen dando, se está presentando una situación que no sabemos hasta dónde las autoridades sanitarias puedan admitir, pero que a nuestro criterio se podría estar presentando en algunas familias del Caribe colombiano: el ‘Covid social’.
Cuando en su momento hablamos que muchos colombianos estaban viviendo el ‘Covid psicológico’, en donde la somatización o el malestar del Covid-19 lo sentían las personas no portadoras del virus en iguales manifestaciones de quienes realmente sí lo padecían, fuimos vituperados.
Hoy el descenso de la pandemia con algunas fluctuaciones de casos positivos en las personas vacunadas, ha llevado a algunas familias, hogares, parientes, amigos o vecinos a desarrollar una especie de ‘Covid social’, infectados de los cuales el grupo familiar o las personas que saben ciertamente que son portadoras del virus guardan todo tipo de silencio con la sintomatología leve que presentan.
Seguramente este tipo de riesgo no lo pueden pasar quienes hasta el momento no han podido vacunarse, pero quienes confían en los resultados de la inoculación practican la aculturación biológica, en donde los grupos de personas prefieren no informar a las autoridades de salud cuando se encuentran en el periodo de incubación del virus, situación que no deja de ser peligrosa para quienes de una manera confiada creen que la otra persona no es portadora del virus.
Del comportamiento de las personas incluidas en el llamado por nosotros como ‘Covid social’, poco conocen las autoridades ya que ellos generalmente tabulan a infectados que se acerquen a laboratorio o cuando uno de los integrantes del grupo se somete a la prueba y sale positivo, pero el resto de las personas saben a ciencia cierta que todos pueden estar infectados hasta que pase el periodo de incubación que contemplan las autoridades de salud.
Este tipo de trampa a la pandemia es lo que seguramente ha llevado a las autoridades de salud a insistir en la vacunación y la necesidad de mantener las medidas básicas de autocuidado, elementos esenciales para ir erradicando el virus, pero no faltan los incrementos que intempestivamente se vienen presentando en las diferentes ciudades con el desarrollo de actividades que aglomeran a las personas.
Todo lo anterior nos deja una enseñanza: debemos continuar aplicando las medidas de bioseguridad para evitar todo tipo de riesgo con el Covid-19.