Como sucede cada año, los voluntarios de los Cuerpos de Bomberos quedan a la deriva, porque los señores alcaldes no firman los convenios, para que ellos puedan ejercer sus labores en caso de una emergencia, de acuerdo a como lo establece la ley, toda vez que son personas de primera línea que exponen también sus vidas.
En el caso del departamento de La Guajira, la situación es aún más compleja porque algunos alcaldes no ponen el debido interés al tema y solo firman pasado cinco o seis meses del año, como si se tratara de un asunto menor.
Para este 2021, ya se han presentado varios incendios forestales, en diferentes municipios, que atienden los voluntarios arriesgando sus vidas, porque aún no se han firmado los convenios por parte de los mandatarios territoriales.
No es justo y no está bien que esta situación se siga repitiendo, cuando se trata de unos voluntarios que tienen claro el servicio que prestan a la comunidad, y que a pesar del desamparo legal atienden el llamado de la propia autoridad para hacerle frente a las llamas.
Señores alcaldes recuerden que los voluntarios son seres humanos, personas de carne y hueso que requieren que ustedes cumplan con lo que indica la ley para atenderlos porque además son los preparados para sofocar los incendios que se siguen presentando, en muchas oportunidades generados por la mano del hombre.
El llamado también, para que los sigan capacitando y dotándolos de todas las herramientas necesarias para hacerle frente a los incendios que se presentan por diversas circunstancias.
Es importante que cada municipio cuente con su voluntariado, con todo el equipamiento y el apoyo tecnológico para que puedan trabajar de una mejor manera.
Debemos recordar que los Bomberos no solo atienden los incendios, también prestan su apoyo en otras emergencias como accidentes en carreteras e inundaciones.
La Dirección Nacional de Bomberos se crea como Unidad Administrativa Especial del orden nacional, con personería jurídica, adscrita al Ministerio del Interior, con autonomía administrativa, financiera y patrimonio propio, cuya sede es la ciudad de Bogotá, D.C.
Todas las instituciones bomberiles del país, oficiales, aeronáuticos y voluntarios, así como sus miembros, estarán bajo coordinación operativa de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia.