Todavía se encuentra sin respuestas aquellas personas que se han atrevido a estudiar y profundizar la vida y obra del cantautor Diomedes Díaz, basada en la naturaleza, causa, origen o razón de ser de sus versos convertidos en canciones, contenidos en donde se mezcla la filosofía, poesía, un poco de profecía y religión.
El punto de partida de los osados ‘diomedistas’ nace de la premisa de un verso que lanzaba Diomedes cuando se encontraba entre ebrio y sobrio diciendo: “Como Diomedes no hay otro, eso nunca nacería, y si nace no se cría y si se cría se vuelve loco”.
Cualquiera creería que lo que estamos escribiendo es una situación paranormal, pero quienes le hemos puesto oído a los intrépidos investigadores que se encuentran en este proceso, no sabemos si demarcarlos en una de las palabras del citado verso que dijo el ‘Cacique’: “…eso nunca nacería, y si nace no se cría y si se cría se vuelve loco”.
Simplemente porque son pocos los que han hecho un pare al estudiar sus canciones y la fraseología de sus parrandas, para poder descifrar a un músico que para muchos era un simple compositor y un cantante con fama.
Creemos que quienes se encuentran estudiando a profundidad a Diomedes Díaz con sus canciones pueden pecar de exceso o haber caído en una especie de misticismo, combinando las ocurrencias de un terrenal con el mundo etéreo. Vemos que son personas que han pasado la raya de la fanaticada y el fervor que el mismo Diomedes le transmitía a su gente con relación a la Virgen del Carmen.
Para nosotros no deja de ser una combinación emocional entre la devoción de la Virgen del Carmen y la fanaticada de Diomedes Díaz
Este tipo de situaciones extrañas en algunos seguidores de Diomedes Díaz, se produce los 16 de julio de cada año, muy similar al 26 de mayo, y se suma el 22 de diciembre, fechas que han marcado a los seguidores de este cantante vallenato en la devoción con la Virgen del Carmen, el nacimiento y el fallecimiento del ‘Cacique’. Solamente la fanaticada de Diomedes Díaz son los que pueden describir la sensación que sienten entre la devoción y la fanaticada.
Para nadie es un secreto que el artista y la mayoría de sus seguidores comulgan con el catolicismo, son más aferrados a la veneración de la Santa a quien Diomedes Díaz le inculcó, es la conclusión que podemos sacar luego de combinar la fe con el folclor vallenato, descontando a quienes por circunstancias adversas a sus vidas han acudido a la apostasía, renunciando al catolicismo y a la imagen de la Virgen del Carmen para obedecer a las leyes de otra religión.
Señores que están en esta investigación, si van a continuar, háganlo con cuidado, ya que no hay buena experiencia en el exceso de la devoción y el fanatismo.