La administración de Iván Duque está llegando a los momentos más delicados del tiempo que tienen de estar al frente de la Presidencia de Colombia, en donde ha llevado al Estado a una supremacía antagónica que raya en la incompetencia para gobernar.
A eso seguramente se refieren los organizadores de la marcha nacional programada para el próximo 21 de noviembre, en la que se estarán rechazando el sistemático asesinato de líderes sociales, el bombardeo de las Fuerzas Militares a un campamento de las disidencias de las Farc en el que murieron varios menores de edad, así como la aprobación del paquete de las reformas laboral y pensional, y la privatización de varias empresas rentables del Estado.
El gobierno del presidente Iván Duque desmiente los derroteros que tienen los marchantes del 21 para justificar el paro cívico nacional, pero extrañamente quienes actuaron como escuderos del inicio de su administración, hoy también están en la orilla de la protesta.
La marcha del 21 de noviembre dejó de ser de los partidos alternativos y de los diferentes sindicatos del país, convirtiéndose en la protesta unificada de los colombianos que reclaman mayores resultados en las diferentes políticas nacionales que viene trazando el gobierno, en donde no hay unos resultados favorables para quienes vivimos en este país del Corazón del Jesús.
Mientras el país se prepara para el 21 de noviembre en pie de lucha por los desaciertos del gobierno, los defensores del presidente Duque son del criterio que los argumentos que origina la protesta es una inútil discusión que carece de justificadas razones para su realización y controvierten el espíritu de sus organizadores, argumentando que se prepara es una jornada de violencia en contra del paquetazo económico ‘duquistas’.
Hoy, el temor se apodera de las redes sociales, ya que los enemigos del paro nacional están en una guerra digital de información que también tensionan a los colombianos y esa guerra de memes, videos y experiencias desagradable de las manifestaciones de América Latina, ha atemorizado a muchos que quieren protestar para mandarle un mensaje al presidente de las equivocaciones que ha tenido su política de gobierno. Hay que marchar sin violencia importada, en donde los violentos nacionales tampoco tienen cabida al momento en que pacíficamente vamos a expresar nuestra inconformidad.
Antes del paro nacional programado para el 21 de noviembre, el presidente Iván Duque tiene que mostrar un paquete de acciones favorables con la que reclamamos los colombianos, antes que el país se le salga de las manos. Se hace necesario cambiar el gabinete que actualmente lo acompaña para que nombre uno de mayores resultados y concentre las diferentes vertientes políticas del país.