Cientos de familias afectadas en La Guajira es el resultado de las constantes lluvias por la temporada de huracanes, atendidas en medio de las limitaciones por las administraciones municipales y que dejan en evidencia la vulnerabilidad para atender estos fenómenos naturales.
No es la primera vez que el crudo invierno causa afectaciones graves, especialmente a las comunidades indígenas de la Alta Guajira, que terminan incomunicadas vía terrestre, agudizando así su diario vivir.
La situación es repetitiva cada vez que se presentan estos fenómenos naturales, pero lo triste es que no se toman los correctivos para evitar las afectaciones que deja a los cultivos, ganadería, viviendas, vías, cuyos recursos por parte de lo público resultan insuficientes para atender las emergencias.
Es importante que desde la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo se levante toda una información de los efectos que dejan las constantes lluvias para que se concreten los proyectos que ayuden a minimizar sus consecuencias.
Las poblaciones ubicadas en el área costera merecen un tratamiento especial, caso de El Pájaro, Mayapo y otras que necesitan de manera urgente la construcción de espolones para evitar el avance de la erosión del mar.
En otras localidades como en Riohacha, se debe construir su alcantarillado pluvial, necesario para el buen manejo de las aguas lluvias evitando así las inundaciones.
Es perentorio que se analicen los casos de las familias que se encuentran viviendo en zonas de alto riesgo, a quienes se les debe brindar unas mínimas garantías para su reubicación, como una forma de evitar una catástrofe.
En ese orden de ideas, debe seguir las recomendaciones planteadas en el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, que plantea que la prevención y mitigación de riesgos derivados de eventos de origen natural, socionatural, tecnológico y humano no intencional, como criterio de planificación segura, debe estar presente en los procesos de toma de decisiones sobre el futuro económico, social y ambiental de los municipios, departamentos y Nación.
Los instrumentos de planificación existentes son fundamentales para garantizar inversiones seguras y benéficas desde el punto de vista social y económico. Por esta razón, uno de los objetivos principales es garantizar que las distintas entidades de Planificación, especialmente del DNP, MinAmbiente, MinVivienda, MinMinas, Corporaciones Autónomas Regionales, Oficinas de Planeación, Concejos Municipales y entidades encargadas de la prestación de servicios públicos y las empresas privadas que desarrollen actividades riesgosas para la sociedad garanticen la incorporación de la reducción de riesgos en la planificación del desarrollo sostenible.