Observar el rostro de felicidad del deportista Luis Díaz, cuando el alcalde de Barrancas, Iván Mauricio Soto, entregó a la comunidad la cancha de fútbol 5 de pasto sintético, en el barrio Lleras, donde él creció, es una simple muestra de la necesidad que existe que se invierta en los niños y jóvenes para que ocupen de manera útil su tiempo libre.
Igual sucede en el municipio de Dibulla, donde el mandatario, Marlon Amaya, dio apertura al programa “Dibulla deportiva”, en el polideportivo Cuatro Veredas, la obra de deportes más grande en La Guajira, mostrando su avance en más del 80 por ciento.
A la felicidad del futbolista Luis Díaz, se sumaron los niños y jóvenes de ambas localidades, quienes ya cuentan con escenarios confortables para seguir con sus prácticas deportivas, lo que además les permite formarse para enfrentar las dificultades
Estas dos iniciativas muestran la necesidad que existe en el departamento para que las administraciones apropien más recursos en los presupuestos a los sectores de deporte y educación.
Es el llamado para que quienes están próximos a asumir el poder el primero de enero de 2024, inviertan más en el recurso humano, para que los niños y jóvenes logren demostrar todo ese potencial que tienen en actividades que los fortalece como seres humanos desde la comprensión, el respeto, la sinceridad, la humildad, y la honestidad.
Invertir en el ser humano debe ser una prioridad, especialmente por los retos que enfrentan los estudiantes por el uso inadecuado de las tecnologías, que en muchas oportunidades los alejan de las familias y los buenos amigos.
La cultura y el deporte forman, es una posibilidad para el ser humano de disfrutar momentos esenciales de la cotidianidad dándole valor a todo lo que se encuentra alrededor, valorando también los triunfos y las derrotas, así como el trabajo en equipo.
Para la Unesco, ningún desarrollo puede ser sostenible sin un fuerte componente cultural, lo que está íntimamente ligado al deporte, de hecho, reitera la organización, solo un enfoque del desarrollo centrado en el ser humano y basado en el respeto mutuo y el diálogo abierto entre culturas, puede conducir a una paz duradera.