El agua es un recurso fundamental para la vida, sin embargo en La Guajira cientos de familias no cuentan con este servicio y han logrado sobrevivir a esa situación calamitosa ante la mirada indiferente del Gobierno nacional.
Hoy el país atraviesa por una emergencia en salud pública por el nuevo Coronavirus (Covid-19), a la que el departamento de La Guajira no es ajeno y requiere para su prevención de un elemento fundamental como es el agua.
En ese orden de ideas, el gobierno del presidente Iván Duque Márquez, debe responderle a La Guajira por la entrega de agua potable a las comunidades vulnerables, entre ellas a las familias indígenas wayuú que viven en zonas dispersas y quienes lamentablemente siguen sufriendo por la falta del líquido.
Estas comunidades merecen esa especial atención sino queremos repetir tristes historias como las sucedidas con el cólera y la encefalitis equina, donde murieron cientos de personas porque las autoridades no atendieron de manera oportuna la situación.
Las autoridades de salud advierten que la medida más efectiva para prevenir el Covid-19 es lavarse las manos correctamente con agua y jabón, preocupa entonces la vulnerabilidad de una alta población del Departamento que no cuenta con esa mínima posibilidad y lamentablemente siguen aisladas sin que ninguna autoridad se preocupe por ellos.
No hay derecho a que en pleno siglo XXI, en La Guajira cientos de familias sigan rebuscando un poco de agua, cuando se han invertido cuantiosos recursos en obras y programas para suplir esa necesidad.
Hoy cuando una nueva enfermedad acecha y requiere de ese recurso vital, es la oportunidad para que las autoridades reflexionen sobre la falta de agua en La Guajira y realmente se definan otras acciones para garantizar el servicio a la comunidad.
Es urgente que se disponga de un esquema especial para atender la emergencia del coronavirus, entregando agua a las poblaciones vulnerables y con el llamado de atención a las autoridades para que actúen de manera responsable y diligente.