El paso de Alfredo Deluque por la Cámara de Representantes, durante tres periodos consecutivos en representación de La Guajira, donde demostró pertinencia, responsabilidad, conocedor de los problemas de Colombia y del país, criterio para el análisis y los debates, además de las posiciones que logró como su presidente durante un año, es un referente para quienes hoy están aspirando a una curul en esa corporación.
Cierto es que el actual representante también genera malquerencias por parte de algunos contradictores; sin embargo, sus logros son importantes al demostrar que es autor de 148 proyectos de ley, entre ellos la 2121 que regula el trabajo remoto en Colombia. Una vez ingresó a la Cámara como miembro del partido de la U, ha obtenido calidades como Copresidente del partido y vocero de la bancada ante la Mesa Directiva de la Corporación. Fue presidente de la Cámara de Representantes en el periodo legislativo 2015-2016 y actualmente pertenece a la Comisión Primera Constitucional permanente de dicha Corporación.
Se trata entonces de conformar listas con profesionales idóneos, que vean en el estudio y la lectura una manera de formación continua, que puedan debatir con argumentos y generar opinión en los temas trascendentales del país y La Guajira.
Si bien el derecho a aspirar es de todos, también lo es asumir la autocrítica, porque no se trata solo de pensar alrededor de los votos y la financiación, se trata de candidatos que deben demostrar sus capacidades para mostrarse con luz propia.
Los movimientos y líderes que están conformando las listas, no pueden caer en las trampas de aquellos que pasando por encima de otros quieren llegar a ocupar una curul solo porque cuentan con los dineros para llamar la atención del elector. Existen además otras formas de dádivas, a las que no se les puede hacer el juego por muy lícitas que parezcan.
Es importante también promover los debates como una herramienta para que el elector tenga la posibilidad de ejercer un voto informado y libre, y también para que el candidato muestre todas sus capacidades desde su formación académica, su experiencia y su ser como persona.
Los debates de alguna manera estimulan el voto de opinión, ese que se reclama y que es necesario ejercer si realmente valoramos la democracia.