Llegó al Palacio de Nariño, Gustavo Petro Urrego, el primer presidente de la izquierda, en medio de las esperanzas de miles de colombianos que lo acompañaron en su acto de posesión.
En el departamento de La Guajira, las expectativas son altas pues confían plenamente en la mirada del nuevo gobierno en busca de solución a muchos problemas que siguen aún sin resolverse.
De ese listado se destaca el cumplimiento de la Sentencia T-302 de 2017, donde la Corte Constitucional declaró el estado de cosas inconstitucionales para que se garantice la vida de los menores wayuú de los municipios de Uribia, Manaure, Riohacha y Uribia.
Además, de la terminación de las etapas del proyecto de la Represa del Ranchería, que tiene como objetivo llevar agua a nueve municipios, irrigar 18 mil hectáreas de tierras y producir energía.
El gobernador encargado de La Guajira está planteando un plan de inversión especial para el departamento que se debe concertar con el nuevo gobierno y que responda a los intereses de la comunidad.
Por ello le corresponde entonces, junto a los senadores y representantes guajiros, abrir ese camino de dialogo con el presidente Gustavo Petro, para definir esa hoja de ruta que priorice la inversión económica para este cuatrienio.
Esa mirada del Gobierno nacional a La Guajira dependerá también del trabajo en equipo de todos los sectores y, de quienes están representando a la comunidad en el alto gobierno.
Inicialmente se debe dar la lucha, para que las iniciativas que se prioricen queden incluidas en el Plan de Desarrollo Nacional, las que deben responder a las necesidades más urgentes que de solucionarse mejorará la calidad de vida de la comunidad.
Así como lo expresó el presidente Gustavo Petro, en su discurso de posesión: “Quiero decirles a todos los colombianos y todas las colombianas que me están escuchando en esta Plaza Bolívar, en los alrededores, en toda Colombia y en el exterior, que hoy empieza nuestra segunda oportunidad”, y esa es también una segunda oportunidad para este departamento.