La no participación burocrática de los congresistas en la conformación del gabinete del presidente Iván Duque, sería una de las causales de la derrota del Centro Democrático en las elecciones regionales del pasado 27 de octubre, de la baja popularidad de su gobierno y de los ataques a sus colaboradores más cercanos con la moción de censura y la renuncia del ministro de Defensa, Guillermo Botero. Ahora, esperamos cuál será la aceptación de Carlos Holmes Trujillo en ese ministerio.
Observamos que Duque desde el inicio de su mandato ha tratado de combatir las viejas prácticas políticas implementando una estructura en contra de lo realizado por su antecesor Juan Manuel Santos, pero con el nombramiento del actual equipo técnico, lo que ha hecho es darle participación a figuras que son ‘santistas’, es decir, Duque duerme con el enemigo, echándose en contra a los congresistas de su propio partido, inclusive, hay un sector del Centro Democrático que es del criterio que el presidente se está equivocando con el rumbo que le está dando al país.
La política de presidir un gobierno con un gabinete técnico y sin padrinos políticos, puede ser una de las causales que está llevando a la administración de Iván Duque a que los políticos que mueven todas las emociones del país, lo califiquen de nefasto. La traducción que le hacemos a los hechos políticos desde la posesión del gobierno de Duque, es que el presidente ha dejado al libre albedrío a los congresistas y esa libertad política congresional se le ha convertido en el principal enemigo de su administración, tanto que su nivel de popularidad no es el mejor.
Creemos que la administración de Iván Duque está llegando a los momentos más delicados y es allí en donde se hace necesario cambiar el gabinete técnico por uno más político. Hoy al presidente le corresponde afrontar el más reciente escándalo por la ocultación por parte del Ministerio de Defensa de la muerte de varios menores en un operativo del Ejército y que llevó la renuncia del Guillermo Botero.
Como están las cosas políticas a nivel nacional, el presidente Duque tiene que solicitarle la renuncia a su gabinete y conformar una administración de coalición y darles participación a los congresistas, expresión que sacamos del malestar y mensaje que están enviando quienes hacen parte del Congreso de la República.
Súmele que los sindicatos están convocando para el próximo 21 de noviembre a un paro nacional bajo el pretexto que el desempleo lleva ocho meses por encima del 10%, protesta que se le están sumando las organizaciones estudiantiles, sociales y políticas del país. Adicionalmente, la prensa nacional se le está volteando a Iván Duque por lo que ellos argumentan “falta de gobernabilidad”, mientras que otros hacen un recuento de los desaciertos del gobierno que se niega a ver la realidad política del país.