Mientras en La Guajira los niños wayuú siguen muriendo por desnutrición, las comunidades indígenas se enfrentan entre sí por el reconocimiento de la vocería de la Sentencia T-302 de 2017 de la Corte Constitucional que ordena al Estado colombiano garantizarles el acceso al agua potable, seguridad alimentaria y salud.
La situación no puede ser mas grave cuando las cifras indican que 33 menores han fallecido por desnutrición en los tres meses que lleva este 2023.
A pesar de los requerimientos de la Corte Constitucional, poco se ha avanzado en el cumplimiento de la sentencia, no solo por lo complejo del tema, sino porque desafortunadamente no se han logrado unir los esfuerzos para evitar que los menores sigan muriendo.
La situación, calificada como muy grave, requiere entonces que inicialmente los voceros de la Sentencia se reconozcan entre sí y se respeten, porque muy a pesar de ser territoriales es claro que las gestiones institucionales deben llegar a todos.
La unidad hace la fuerza y en este caso el tema es tan delicado que no merece tantas mezquindades porque aquí el único objetivo es entender que todos los niños sin excepción merecen ser atendidos porque se trata de una emergencia humanitaria.
Las cifras son los rostros de los menores que por hambre se enferman y mueren, eso debe generar la solidaridad de todos, y es aquí donde los lideres sin excepción deben ayudar a que en las comunidades lleguen con los equipos médicos para evaluar el estado de los menores.
Entre más equipos médicos aporten, que es lo necesario por lo extenso del territorio, mejores resultados se logran, pero para eso se requiere del trabajo de quienes están en las comunidades, porque de lo contrario seguirán aumentando las cifras de los menores fallecidos.
Entre tanto, el gobierno colombiano desde ya debe apropiar todos los recursos que sean necesario para atender la emergencia, que los anuncios no queden en palabras y en simples esperanzas.
La situación no da espera, es necesario encontrar esa ruta para unir todas las voluntades y que las manos se multipliquen para proteger a estos niños que necesitan de esa especial protección para que sigan con vida.