Se ha cumplido a través de las emisoras del Sistema Cardenal, especialmente nuestra frecuencia Cardenal Stereo de San Juan del Cesar, el ciclo de conferencia radial ‘Cátedra Magistral’, relacionada con la salvaguarda de la música vallenata tradicional, trabajo que ha venido liderando el compositor Roberto Calderón. A través del mismo foro y con apoyo del Ministerio de la Cultura, han sido invitados Rosendo Romero, Adrián Villamizar y el investigador Abel Medina Sierra.
En el periplo radial se ha propuesto organizar en San Juan del Cesar la Escuela de la Composición, que servirá de orientación a la nueva generación que ha emprendido el arte de componer canciones para todos los géneros, en especial el vallenato.
Como todo tiene sus bemoles y dentro del ejercicio del libre pensamiento, opinión y oposición, no falta “un pájaro en el alambre” como lo dice ‘Nene’ Acosta, encontramos pocos opositores al proyecto, los cuales sin justificación se resisten con sus apreciaciones a la creación del Museo y la Escuela de la Composición liderada por Roberto Calderón, quien ha justificado que en San Juan del Cesar se debe concentrar este proyecto, no por ser un capricho de él, sino porque aquí está la cantera de los compositores de la música vallenata.
Lo que logramos escuchar de los sanjuaneros que se oponen a un proyecto hecho por otro sanjuanero, no puede generalizar de que el sanjuanero no gusta de sanjuanero, pero sí nos deja un sinsabor para quienes no somos nacidos en esta localidad.
Insistimos, respetamos el libre ejercicio del pensamiento, las opiniones y de la oposición de los proyectos que son públicos, pero no compartimos con quienes tienen a flor de labio oponerse a todo tipo de ideas folclóricas que quiera hacer en San Juan del Cesar; recordemos que en su momento pocos fueron los que también se opusieron a que la oficina de Sayco llevara el nombre de Rafael Manjarrez, los mismos estuvieron en contra de los organizadores del Festival cuando decidieron hacerle un reconocimiento al folclorista Álvaro Álvarez y ahora vienen con el mismo discurso a oponerse a la iniciativa del Museo y la Escuela de la Composición. Sobre todo que los pocos que se oponen no aportan ideas ni alternativas sino una verborrea sin sentido.
El llamado de nuestra parte es a que hay que oponerse pero con justificación y solución y no hablar por hablar o molestar por molestar y quien se opone a este tipo de proyectos debe presentar una justificación, una solución o una contrapropuesta, pero no se puede permitir que una golondrina anuncie el verano cuando las demás no la acompañan, mejor dicho, oponerse para hacerse el célebre.