Las distintas expresiones que se han manifestado en la fachada del Teatro Aurora, inicialmente como respuesta de la protesta juvenil en Riohacha, se convirtió lamentablemente en un enfrentamiento entre una parte de la ciudadanía que debe llamar a la sensatez.
No es posible que un bien cultural termine generando un ataque entre ciudadanos cuando se puede generar un diálogo para entender las circunstancias alrededor de los mensajes de los jóvenes.
Es hora de que la institucionalidad ponga freno a este enfrentamiento, y eso debe nacer desde las oficinas de Cultura, tanto departamental como Distrital, para evitar que se convierta en un problema de orden público.
El Teatro Aurora es un patrimonio cultural, y como tal debe ser tratado; y eso que está sucediendo con su fachada, debe generar un llamado de atención del Gobierno departamental y distrital, para que entiendan que es necesaria su recuperación en todo lo que ello significa.
No es posible, que siga pasando el tiempo, y los gobiernos se muestren indiferentes a un bien cultural que hace parte de la historia de la capital de La Guajira, y que hoy es escenario de enfrentamiento entre ciudadanos.
Es urgente empezar a trabajar en su proceso de restauración, teniendo claro que el Gobierno departamental logró comprar el inmueble, requisito indispensable para avanzar en esa causa ciudadana.
El Teatro Aurora fue inaugurado el 2 de febrero de 1940, bajo el liderazgo del empresario Nicolás Abuchaibe, y dirigido por Enrique Aarón.
En 2004, el hoy Concejo Distrital lo declaró bien de interés público para facilitar la adquisición del inmueble privado con recursos públicos, y en el 2007, la Asamblea Departamental autorizó al gobernador para celebrar el contrato de compraventa, operación que se concretó con el dueño del inmueble Marcos Bolaños, lo que permitiría el camino para su restauración.
En el año 2017, el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural de La Guajira, en sesión extraordinaria declaró el Teatro Aurora como Bien de Interés Cultural de carácter departamental.
Señor gobernador, señor alcalde, a trabajar por la restauración del Teatro Aurora, un bien de la ciudad para las expresiones culturales.