Las reservas gasíferas del país no son halagüeñas en los siguientes años, mientras que el carbón ha tenido una estrepitosa caída en la cotización de los precios internacionales, dos renglones importantes en la economía colombiana de los cuales depende La Guajira, que ha vivido de esos ingresos por más de tres décadas a pesar de haber tenido algunos cambios en la formulación del Sistema General de Regalías.
El solo hecho de dejar de producir energías no renovables para generar energías renovables, cambia para el Departamento la cultura de recaudo en sus regalías y no sabemos cuál sería el comportamiento de los ingresos entre la etapa de transición energética de la producción de carbón y gas y el nuevo periodo de generación de energías limpias.
En la actualidad y en los siguientes años, La Guajira cuenta con un inmenso potencial en la generación de energías renovables no convencionales que ayudan al país a diversificar la matriz energética en el nuevo panorama nacional, los cuales por ser un sistema eléctrico seguro, confiable y limpio no va a depender de los precios en los mercados internacionales como ha ocurrido en los últimos años con los precios del carbón, sino de una bolsa de energía nacional cuyos precios dependen de la naturaleza y el comportamiento del sol y los vientos en la zona.
La transición energética entre la explotación del carbón y el gas natural para generar energía a través de las termoeléctricas instaladas en La Guajira, versus, la generación de energías renovables a través de los parques eólicos y granjas solares, nos pone a tono con las exigencias de los defensores del medioambiente, pero también se nos convierte en el faro que nos permite encontrar las luces de oportunidades que tenemos los guajiros frente a la bonanza de las energías limpias.
El mundo está exigiendo producir energía limpia y esa tendencia está aumentando, dejando a un lado el consumo del carbón en el cual somos uno de los mejores productores. La bonanza del carbón está llegando a su fase final de explotación y exportación, mientras que las reservas gasíferas del país no presentan un buen panorama, he allí en donde La Guajira cuenta con una esperanza de generación de las energías limpias con la producción en las granjas solares y eólicas que se vienen instalando en nuestra península.
Con todo lo anterior, nuestro periscopio económico nos conduce a pensar que el Departamento está próximo a entrar en la bonanza de las energías limpias a través de los vientos constantes de la Media y Alta Guajira, la radiación solar, el inclemente calor que nos azota y el movimiento de las olas de nuestro mar Caribe, dejando a un lado la añorada bonanza del carbón, pero en la transición energética debemos estar circunspectos frente al análisis de los expertos y en la realidad energética del país.