Muchos colombianos han utilizado cualquier cantidad de astucias y habilidades para evadir la vacuna contra el coronavirus que produce la enfermedad Covid-19, haciéndole el quite a la inoculación bajo argumentos que respetamos, pero que no compartimos, ya que no dejarse vacunar está poniendo en riesgo su salud, la mía y la de mi familia.
Las triquiñuelas para no dejarse vacunar han tenido diversas acepciones y mitos callejeros con gran asidero en las creencias religiosas y doctrinas políticas de cada uno de los ciudadanos que desconfían de la aplicación de las vacunas.
Toda esta serie de epítetos salen cuando en Colombia nos encontramos en la etapa de vacunación sin el agendamiento para personas mayores de 18 años, en donde un sector ha justificado no recibir el biológico por ideas religiosas, filosóficas y políticas, sobreponiendo el derecho a la vida por encima de las ideologías.
Compartimos lo que escribió a través de Diario del Norte el médico Ulahy Beltrán López, cuando decía que tiene la “responsabilidad profesional y un deber moral: motivar a que las personas acepten esta estrategia de salud pública que es protectora de la severidad de la enfermedad pero que también es salvavidas”.
Si bien es cierto que la vacuna no es la garantía 100% para que las personas no se infecten, también es cierto que el biológico ha bajado la tasa de letalidad.
Quienes seguimos diariamente las estadísticas que entrega el Ministerio de la Salud en Colombia, podemos decir que las cifras de contagio van a la baja en su positividad y está disminuyendo el número de fallecidos. Sin embargo, el virus sigue rondando, y mientras existan personas sin el mínimo cuidado o sin vacuna, seguirán contaminando.
Para quienes le hacen triquiñuela a la salud, el Gobierno nacional presentó el certificado digital de vacunación, un documento privado perteneciente al ciudadano que contiene información de su proceso de vacunación, el cual puede ser requerido para ingresar a sitios públicos y salida del país, además se demuestra que la persona sí está vacunada, evitar adulteraciones o fraudes de la información mediante un respaldo virtual, sistematizado y avalado por las autoridades sanitarias.
Hacerle triquiñuelas a la vacunación es hacerle conejo a la salud y poner en riesgo la vida del opositor de la inoculación y de su entorno, situación que está parcialmente controlada para quienes hemos recibido el biológico, pero que queda un sector desprotegido por criterios personales que lo calificamos de alto riesgo en época de nueva variante del coronavirus bautizada como “MU” y de la cual se dice que se encuentra en Colombia.
A los incrédulos de la vacuna les recomendamos que es hora de reflexionar y aplicarse los biológicos.