Garantizar que todas las personas puedan vivir libres de discriminación, riesgos, amenazas, coerciones y violencia en el campo de la sexualidad y la reproducción, es el principal objetivo de los derechos sexuales y reproductivos.
Natalia Galvis López, abogada y licenciada en pedagogía, en conversación con el programa Cuarentena del Sistema Cardenal, habló sobre la importancia de conocer a fondo el tema.
Señaló que, según lo que se definió en la Conferencia Mundial de las Mujeres de Beijing en 1995, los derechos sexuales son aquellos que incluyen el derecho de mujer y hombres a tener control sobre su sexualidad.
“Incluida su salud y sexualidad reproductiva y a decidir libre y responsablemente sin verse sometidos a coerción, discriminación o violencia, unas relaciones sexuales igualitarias que garanticen el pleno respeto a la integridad de la persona y el consentimiento mutuo, asumiendo de forma compartida las responsabilidades y consecuencias de su comportamiento sexual”, dijo.
Por otro lado, afirmó que los derechos reproductivos son el derecho básico que tienen todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número y espaciamiento de hijos y a disponer de información y educación y los medios para ello.
“El derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual reproductiva y el derecho a adoptar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación o violencia”.
¿Por qué son importantes?
“Porque buscan el bienestar humano y la calidad de vida del ser humano. De hecho, está inmerso en los mismos derechos constitucionales como, por ejemplo, el derecho a la vida, porque estamos hablando de derechos reproductivos, el derecho a la dignidad humana, entre muchos otros”.
¿Cuáles son los derechos sexuales y reproductivos?
“Son dos cosas diferentes, desafortunadamente a veces pensamos que los derechos sexuales están inmersos en los derechos reproductivos pero cuando hablamos de sexualidad no necesariamente hablamos de reproducción y cuando hablamos de reproducción no necesariamente hablamos de sexualidad”, sostuvo.
Agregó que dentro de los derechos sexuales están:
El derecho a fortalecer la autonomía y el autoestima en el ejercicio de la sexualidad, el derecho a explorar y a disfrutar de una vida placentera, el derecho a elegir pareja sexual, derecho a vivir sexualidad sin ningún tipo de violencia, derecho a tener relaciones sexuales consensuadas, derecho a decidir libre y autónomamente cuando y con quien iniciar una vida sexual, derecho a decidir sobre la unión con otras personas, derecho a vivir y a expresar la orientación sexual e identidad de género, derecho a prevención de infecciones de transmisión sexual o embarazo no deseado y derecho recibir información y acceso a los servicios de salud de calidad sin ningún tipo de discriminación.
Por otro lado, los derechos reproductivos son:
Derecho a tomar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación, coerción o violencia; derecho a decidir libremente si se desea o no tener hijos, derecho a decidir sobre el número de hijos que sea tener y el espacio del tiempo entre un embarazo y otro, derecho a decidir sobre el tipo de familia que se quiere formar, derecho a ejercer la maternidad con trato equitativo en la familia, espacios de educación y trabajo, derecho a la educación integral sobre la sexualidad a lo largo de la vida; derecho a acceder a métodos de anticoncepción modernos, incluida la anticoncepción de emergencias; derecho al acceso de los servicios de salud integrales y atención médica para garantizar una maternidad segura y derecho a acceder a los beneficios de avances científicos en salud sexual y reproductiva.
¿Cuál es la mejorar manera de ejercer esos derechos?
“Es decidiendo si queremos hacer o no algo, tenemos derecho a vivir la sexualidad sin ningún tipo de violencia. Entre las mujeres con las que yo he hablado he encontrado muchas que desafortunadamente por temas médicos, al tener relaciones sexuales tienen dolor y les da pena hablar con su pareja o simplemente piensan que porque la sexualidad es una obligación del matrimonio, entonces no comentan a su pareja que no están disfrutando como tal de su vida sexual sino que es como una tortura para ellas”.
Por eso, señala, “la mejor forma de ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos es hablando, comentando lo que nos está molestando o simplemente dialogando acerca de lo que queremos o no queremos hacer”.
En ese sentido, manifiesta que si en algún momento alguno de esos derechos está siendo vulnerado, hay que alertar. “Hay muchas formas que podemos denunciar que algunos de estos derechos nos está siendo vulnerado”.
¿Cómo se respetan los derechos sexuales?
“Es simplemente no siendo una piedra de tropiezo para la persona que quiere ejercer su derecho como tal, si una mujer quiere ejercer su derecho a un método anticonceptivo de emergencia, las personas inmersas en el área de la salud tienen la responsabilidad de brindarle acceso a esta mujer a esos métodos y así a cada uno de nosotros”.
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