Si alguna vez pensé que el éxito llega sin esfuerzo hoy confirmo todo lo contrario y esta es la prueba que quiero compartir en este relato.
Luego de titularme como Médica y aspirar un cupo para especializarme en Anestesiología u Ortopedia, el panorama se tornó imposible, pues especializarse en Colombia es casi inalcanzable porque las universidades convirtieron esta opción en un negocio de altos costos, de muy pocos cupos, la mayoría de estos ya comprometidos, respondiendo influencias y preferencias de las mismas directivas.
Presencié cómo muchos médicos amigos y conocidos intentaban una y otra y otra vez, entrar a una especialidad y cuando por fin lo lograron ya habían pasado 2 y más años en el intento. No veía la manera, pareciera que pretender ingresar por méritos y sin rosca resultaba inaccesible entonces, la tristeza y el desaliento empezaban a afectarme. Sin embargo, el respaldo insistente de mi familia, especialmente de mi madre, me impulsó para seguir buscando alternativas.
Empecé a averiguar dónde podrían ser valorados mis estudios en otros países que además ofrecieran una oportunidad de formación especializada en la Medicina, y ese país fue Alemania, una potencia mundial con una de las mejores escuelas médicas del mundo y que facilita y abre sus puertas a médicos extranjeros para continuar estudiando.
Alemania es un país dispuesto a dar oportunidades en el campo de la Medicina, pero antes hay que obtener la exigente: “Approbationurkunde“ o Licencia Médica alemana, mejor dicho: Homologar el título de médico para ejercer en su territorio.
Finalmente, después de mucho investigar, con cero conocimientos del idioma, apenas con el título de Médica y el inglés aprendido empíricamente, tomé la decisión de irme, con el reto inicial de dominar el alemán, ese que suena tan brusco y que comencé a explorar durante el servicio social obligatorio, que logré hacer en Riohacha en una clínica local. Luego de tres meses recibí la noticia citándome a entrevista presencial en una Escuela de la ciudad de Munich el 29 y 30 de diciembre y el 4 de enero tendría que presentar un examen de ingreso.
Todo iba bien, pero, me negaron el permiso que solicité en la clínica local donde hacía el rural y una vez más, recibí el apoyo familiar para tomar la decisión de renunciar y con todo y familia llegamos a Alemania ubicamos la escuela de idiomas, todos recibimos las instrucciones, fui entrevistada y luego realicé el examen y pasados pocos días recibí los resultados que me autorizaban ingresar a estudiar alemán, primer paso que debía lograr para especializarme en ese país.
De vuelta en Colombia, adelanté los trámites para llegar a Alemania y finalmente, el 18 de marzo de 2019 entre lágrimas de nostalgia y alegría, con el abrazo de padres y hermanos viajé con muchas expectativas y un gran dolor, dejar mi país por falta de oportunidades.
Ya en Alemania, homologar el título resultó ser muy demandante, tanto en conocimientos como en carácter, consistía en 2 exámenes, uno llamado Fachsprachprüfung y otro Kenntnisprüfung, el primero medía la capacidad de hablar alemán médico con pacientes y colegas, y el segundo mide los conocimientos en Medicina.
Día y noche, sola, con fe y estudiando para pasar el primer examen, con entusiasmo de soñadora, permanecía en la biblioteca hasta que cerraban, leyendo libros de medicina en alemán, con nervios, con la incertidumbre de no saber si los conocimientos serían suficientes, para ese entonces, nos unimos en oración todos los días por videollamada a las 10 p.m hora alemana 3:00 p.m hora colombiana, hacíamos el rosario de la divina misericordia en familia, rezábamos a San Judas Tadeo, la Virgen María y mi santa predilecta, Santa Gemma Galgani.
Llegó el día del examen, tres evaluadores, dos médicos y un profesor de alemán nivel C1 y para mi sorpresa cuando dije que venía de Riohacha, La Guajira, Colombia, uno de ellos dice que estuvo hace dos años por allá y que le gustó mucho, y con esas palabras que ambientaron, para bien, el examen que iniciaba, el resultado fue, aceptado, aprobado el primer examen para obtener la homologación como médica alemana y de la Unión Europea.
Con esa aprobación logré permiso de trabajo temporal como médica mientras aprobaba el segundo y más importante examen el de la Homologación, para ese momento ya había decidido especializarme en Anestesiología y aún con un alemán que debía perfeccionar apliqué y fui seleccionada para entrevista. El proceso incluía dos entrevistas y un día de prueba-práctica en hospital. Al final me notificaron que fui aceptada para la especialización. Sin embargo, aún debía hacer un segundo examen ya que el permiso y licencia de trabajo era solo temporal.
El 12 de octubre de 2021, dos años y siete meses después, me convocaron para realizar el último y más decisivo examen, desde el anuncio no dejé de estudiar un día, no dejé de llorar porque no me alcanzaba el tiempo y porque los términos médicos en alemán eran complicados, siempre repitiéndolos frente al espejo. Y de nuevo, la motivación familiar me ayudó a levantar el ánimo sin olvidar nunca que estaba a punto de cumplir mi sueño.
Otros tres jueces, doctores bastante mayores, me evaluarían, uno de ellos el de Radiología hasta se me parecía al doctor Moscote de Riohacha; el segundo examinador era un Cirujano, como el doctor Juancho Monroy y el tercero un Internista. Estaba frente a tres eminencias de la medicina alemana, sentí que hasta ahí llegaba mi suerte.
No podía errar ninguna pregunta, la pronunciación y entendimiento del alemán debía ser perfecto. Comencé a las 9 de la mañana y terminé a las 4 de la tarde, sin probar bocado, fuimos un grupo de 4 estudiantes, fui la segunda evaluada. Al finalizar, nos hicieron esperar para deliberar, ahí es cuando los minutos se vuelven horas, cuando las manos sudan, estando en esas, la Dra. Peñalver vuelve a ser llamada y el jurado me notifica la aprobación del examen obteniendo la anhelada Homologación Alemana como médica, la approbationsurkunde.
Esta riohachera, bachiller del Sara, Médica de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud -Fucs- , obtuvo el título de Médica Alemana, lo que me da licencia para trabajar en Alemania y la Unión Europea sin restricciones y sin visas, ahora con dos diplomas uno colombiano y uno alemán, puedo especializarme en la rama de la Medicina que escoja financiada en su totalidad por el Estado alemán.
Actualmente adelanto estudios de Anestesiología y trabajo con el gobierno y la Unión Europea atendiendo migrantes, víctimas de países en guerra, sigo haciendo camino, esperando que este pueda servir de motivación para muchos estudiantes guajiros y colombianos en busca de sus sueños.