La Asociación de Educadores de Barranquilla ha denunciado una situación alarmante en la ciudad. Según su presidente, José Jiménez, los docentes deben pagar una «vacuna» para poder dictar clases en los colegios ubicados en barrios del suroriente y suroccidente de la ciudad, como La Luz, Rebolo, El Bosque, Siete de Abril, Santo Domingo y Los Rosales.
Jiménez explicó que los docentes deben llevar recursos económicos para evitar ser objeto de atracos en los retenes que encuentran camino a los colegios. En promedio, los docentes deben pagar alrededor de 20 mil pesos mensuales para poder transitar por estos sectores sin ser asaltados.
«La realidad es que el profesor debe dar esto y el docente que no lo haga, es objeto de atraco; algunas veces resultan ser amenazados», aseguró el líder sindical.
La situación ha llevado a que anualmente sean trasladados entre cuatro y cinco profesores, principalmente aquellos que se niegan a pagar la «vacuna». Jiménez ha manifestado que esta problemática es de conocimiento de la Policía y que han llegado a acuerdos con ellos para que les brinden seguridad en horas pico. Sin embargo, después de un tiempo, el acompañamiento cesa y la problemática vuelve a evidenciarse.
A pesar de que las autoridades no han reconocido que se trata de una «vacuna», Jiménez ha explicado que es algo de conocimiento público y que las autoridades deberían investigar a fondo lo que sucede para evitar que los docentes sigan siendo reubicados en otras instituciones educativas.
«Si un educador para llegar a su colegio debe llevar la monedita de 500, de mil pesos, para entregarlas en las esquinas y no ser objeto de atraco, es una vacuna», afirmó el líder sindical.
La Asociación de Educadores de Barranquilla ha hecho un llamado a las autoridades competentes para que tomen cartas en el asunto y pongan fin a esta situación que afecta gravemente la labor educativa en la ciudad.