Un jugador de fútbol fue asesinado mientras disputaba un partido en la cancha de un colegio privado ubicado en el municipio de Puerto Colombia, Atlántico.
La víctima respondía al nombre de Rubén Carboné, quien se encontraba en compañía de varias personas jugando al fútbol en una de las canchas del colegio Sagrado Corazón, cuando un sicario logró ingresar al plantel, se metió al partido y abrió fuego contra él.
El antisocial le propinó cuatro disparos a su víctima, y luego escapó del colegio haciendo varios disparos al aire para evitar que los presentes trataran de detenerlo. Entre los testigos del ataque sicarial estaban dos hijos del occiso que estaban jugando el mismo partido, y una de sus hijas que los acompañaba desde las gradas.
Tras el atentado, Carboné fue auxiliado y trasladarlo hasta la clínica Porto Azul, ubicada a pocos metros del colegio, pero allí se confirmó su deceso. Cuatro heridas de bala en su cuerpo le causaron la muerte.