En su misión de aportar a un servicio al cliente más sostenible, la empresa de hospedajes Aseres, contratista de organizaciones mineras del Cesar, inició un programa de reutilización de varios productos de primera necesidad que normalmente solo son usados una o pocas veces por sus clientes.
“Nuestra política de responsabilidad social empresarial fue fortalecida a través de otra certificación que es en conducta empresarial responsable. Fue alcanzada por la Cámara de Industria y Comercio Colombo-Alemana y la Cámara de Comercio Colombo-Holandesa. A través de esa certificación diseñamos un modelo de gestión precisamente para poder darle vida útil a algunos elementos que por la operación y calidad que debemos mantener no se pueden seguir utilizando dentro de la mina, entre esos se encuentra el jabón”, dijo María Angie Piñeres, ejecutiva de Aseres.
“Cuando una persona utiliza una habitación por un día o dos días, y de repente debe cambiar de habitación o debe salir de la mina por algún motivo, el jabón que utilizó la persona es normal que no se lo lleve, sino que lo deje como residuo resultante de sus días de alojamiento. El deber ser es que el jabón salga de la operación, pero todavía tiene vida útil. El proceso que estamos llevando a cabo es recolectar todos esos jabones y llevarlos a un proceso de higienización a través de altas temperaturas y alcohol para eliminar cualquier residuo de la personas resultante que lo usó en su momento. De este proceso puede resultar jabón líquido u otro jabón en barra”, agregó Piñeres.
El nuevo jabón producido por este proceso se gestiona para entregarse a instituciones como ancianatos y hospitales, donde se requiere este producto para conservar la higiene de sus trabajadores y pacientes, especialmente en estos tiempos donde le lavado de manos es muy importante.
Un caso similar ocurre con la lencería de las habitaciones, especialmente las sábanas de las camas. Cuando sufren algún tipo de rotura, ya no pueden seguir siendo usadas en Aseres por estándares de calidad, pero para instituciones como los hospitales, este tipo de productos siguen siendo funcionales.
Este modelo de gestión de recursos no es nuevo, es la implementación de la llamada economía circular, que permite a los bienes de consumo tener una segunda vida con otra función distinta para las que fueron creados.