Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Indígena de Colombia y recientemente fallecido en la ciudad de Barranquilla, fue sepultado este lunes en el territorio de la comunidad Kankuama que lo vio nacer.
En medio de actos tradicionales, sus coterráneos adelantaron el ritual que en su cosmovisión llaman siembra, un retorno del cuerpo de Arias a la tierra. Richard Leguizamón, enviado especial de Sistema Cardenal a las honras fúnebres del dirigente indígena, tuvo la oportunidad de socializar con los oyentes la filosofía que tienen los pueblos asentados en la Sierra Nevada de Santa Marta sobre la muerte.
“Más que unas leyes, un dictamen o un tratado, es el reconocimiento mismo de dónde venimos y a qué le hemos servido. Para la visión de los cuatro pueblos indígenas asentados en el macizo montañoso de la Sierra Nevada todo aquel que tuvo un carácter obligante, todo aquel que tuvo una posición de responsabilidad, deben sembrarse sus restos, para que de allí germine una semilla que mañana más tarde pueda seguir dándole beneficios y direccionando cosas positivas a favor de ese pueblo indígena”, explicó Leguizamón.
Pese a las condiciones sanitarias actuales, un nutrido grupo de personas tanto del pueblo Kankuamo como de otras regiones acompañaron a Luis Fernando Arias hasta su lugar de descanso, dado que era ampliamente conocido en diferentes regiones del país.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar